Un accidente protagonizado por un kitesurfistaque tuvo lugar recientemente en la Playa de Los Charcos de Costa Teguise, así como varios rescates realizados en la playa de Famara a lo largo de este año, han generado un debate acerca de la peligrosidad de este deporte.
El kitesurf, una modalidad de navegación que se practica sobre una tabla traccionada por una cometa, permite alcanzar grandes velocidades sobre el agua y realizar espectaculares saltos. Se trata de un deporte relativamente nuevo que ya empieza a ser reconocido, con una combinación explosiva que integra mar, velocidad y grandes acrobacias. La condición necesaria es la disposición de una extensión amplia sin obstáculos y disponer de arena suficiente en la playa.
Para unos, espectacularidad y diversión asegurada. Para otros, constituye una verdadera amenaza si no se delimitan las zonas de actuación o se conciencia de la peligrosidad que atañe el manejo de sus materiales. La playa de Los Charcos, donde se produjo el último de los accidentes, es una playa estrecha y rocosa, que actualmente está siendo compartida porwindsurfistas y kitesurfistas. A pesar de que los usuarios de ambas prácticas aseguran que no existe ningún conflicto abierto entre ellos, sí reconocen que "ha habido palabras" y que hay tensión debido al desacuerdo sobre el espacio que le corresponde a cada uno. De momento, ninguno da su brazo a torcer y si algo tienen claro es que no dejarán su playa.
Los windsurfistas consideran que "Los Charcos" es punto neurálgico del windsurf desde hace 25 años y que, por otra parte, no es la zona más idónea para practicar kitesurf, puesto que posee un paso muy estrecho en el que pueden darse "choques contra las rocas o entre varios de los deportistas".Y es que el equipo de kite está formado por una cometa sujeta a un "hilo de 30 metros de largo, que con la tracción del viento en un emplazamiento tan pequeño como éste, puede resultar un filo cortante que te machaca", según ha asegurado Nino Navarro, uno de los windsurfistas que transitan la playa de "Los Charcos".
"No creo que sea un deporte de granriesgo, sino que la práctica de los dos deportes en un sitio tan reducido genera temor tanto en los windsurfistas como en los propios bañistas", señala Navarro. Además, considera que "la zona rocosa es un peligro para los mismos kitesurfistas". Varios de ellos han dirigido en diferentes ocasiones su queja al Ayuntamiento, porque dicen temer que ocurra un accidente más grave.
Opiniones encontradas
Nacho Herrero, secretario del club de kitesurfKitezone, está de acuerdo en la peligrosidad que puede acarrear dicha práctica en Costa Teguise, pero tampoco entiende que los windsurfistas recurran a la tradición como argumento.
Apunta además que enla mayoría de los accidentes, son los extranjeros los peor parados, debido quizás a la inexperiencia en la zona o por los malentendidos que puedan darse. "Los locales sabemos cuándo no podemos meternos, suelen deberse más a malas condiciones climatológicas, o a la inexperiencia de los riders extranjeros", dice.
Sin embargo, Diego Sarmiento, practicante de kitesurf en la playa de Famara, sí admite que "la libre práctica del kitesurf es peligrosa, y más en Costa Teguise, que tiene muy poca orilla".
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