El nuevo consejero de lo Centros Turísticos ha apaciguado las tensiones que se han vivido en los últimos años entre la dirección y los trabajadores por el Convenio Colectivo, al menos, hasta que se inicien las negociaciones del nuevo acuerdo a finales de año. De momento, desde la representación sindical aseguran que "hayun cambio de actitud" y que Carlos Espino "se muestra receptivo a abordar el tema".
Carlos Espino, consejero de los CACTS, ha llevado la "calma" a los Centros Turísticos. Al menos, así lo aseguran desde la representación sindical de los trabajadores, después de la tormenta desencadenada por la negociación del Convenio Colectivo, con Pedro San Ginés a la cabeza, y que derivó en una huelga, que mantuvo los centros cerrados durante tres días el pasado mes de mayo. Un acuerdo de mínimos, en el que tuvo que mediar el Tribunal Laboral Canario, consiguió una tensa paz entre la EPEL y sus trabajadores. Ahora, con la incorporación del nuevo consejero, Héctor Noda asegura que "ha habido un cambio de actitud y las relaciones laborales han mejorado".
El acuerdo tiene vigor hasta el próximo mes de diciembre por lo que retomarán las negociaciones con la dirección, en la que se mantiene José Juan Lorenzo como gerente, a finales de año para abordar la elaboración del nuevo convenio a partir de enero de 2008. Sobre los cambios que aceptará introducir Carlos Espino, todavía es demasiado pronto para hablar, pero en principio, los representantes sindicales sostienen que se muestra "receptivo".
"Se están solucionando los problemas de línea, y las relaciones son muy más fluidas ahora", explica Héctor Noda, en relación a las reuniones que mantienen de manera frecuente con el consejero actual. Desde el personal sienten que "el día a día es más llevadero".
Por el momento, el Comité de Empresa ya ha comenzado a trabajar para elaborar sus propuestas que, cuando se inicien las negociaciones, llevarán hasta la dirección, pero tienen que esperar a que expire el actual convenio para afrontar formalmente un documento que ha hecho tambalear los centros durante los últimos años.