Benito Cabrera: "Yo no aguantaría unas fiestas escuchando sólo grupos folclóricos"

- El próximo viernes se celebrará la octava edición del Festival de Seguidilla, pero parece que desde hace dos años ha experimentado algunos cambios y se ha apostado por traer a grandes figuras de la ...

1 de septiembre de 2005 (00:38 CET)
Benito Cabrera: "Yo no aguantaría unas fiestas escuchando sólo grupos folclóricos"
Benito Cabrera: "Yo no aguantaría unas fiestas escuchando sólo grupos folclóricos"

- El próximo viernes se celebrará la octava edición del Festival de Seguidilla, pero parece que desde hace dos años ha experimentado algunos cambios y se ha apostado por traer a grandes figuras de la música...

- Bueno, yo dirijo el Festival desde el principio y siempre el festival tuvo mucha seriedad. Siempre se trajo a grupos que estuviesen haciendo cosas interesantes y nunca eran grupos que yo no hubiera escuchado o que no conociese su trayectoria. Muchos de ellos eran gente con la que ya había compartido escenario y sabía lo que estaban haciendo. Lo que pasa es que si se tiene más presupuesto se puede hacer otro tipo de festival. Hace dos años el Ayuntamiento decidió desplazar el Festival de la Canción a Playa Blanca y destinar un poco más de recursos al Festival de la Seguidilla para que fuese el acto central de Los Remedios. Eso nos dio más chance para traer a primerísimas figuras, como el año pasado a Carlos Núñez, o este año a Kepa Junquera.

- ¿Usted se va a subir al escenario?

- En principio no, lo que pasa es que todos estos músicos nos conocemos porque estamos rodando por los escenarios y a lo mejor a Kepa le da por decirme que suba con él, pero en principio no. En mi último disco él grabó un tema que compuse yo y hemos tocado juntos en varios sitios.

- ¿Qué significa para usted el folclore? Porque, a pesar de la aparición de músicos como Carlos Núñez, Kepa Junquera o usted mismo, en términos generales a la gente joven lo del folclore les suena algo obsoleto.

- El folclore en su estado más puro es como cualquier elemento histórico. Puedes tener unos muros de piedra que son muy interesantes, pero si los haces visitables y contemporáneos, sin necesidad de que pierdan su esencia, se convierten en algo más cercano a la realidad cotidiana. El folclore siempre ha sido cotidiano, porque por ejemplo mi abuelo, que era de Femés, no se disfrazaba del siglo XVIII para cantar una folía. Él cantaba según su propia cotidianidad, su propia época. El cambio, que es de lo que habla Margaret Mit, la antropóloga, el famoso "abismo generacional" hizo que las formas de vida cambiaran tanto que el folclore de la noche a la mañana se convirtió en arqueología porque se intentaba reproducir los cambios de vida que ya no tenían nada que ver con la realidad. Ahora se habla de dos tendencias, por un lado el folclore tradicional que es muy interesante, pero luego otros intentamos beber de esa fuente para hacer música más actual, y ahí se habla del folk para distinguirlo del folclore tradicional. Ambas cosas tienen sus seguidores y sus amantes, y todo vale, nadie intenta desplazar a nadie, se trata de mantener cosas y abrir caminos nuevos a la vez.

- Se lo preguntaba sobre todo porque, no se si está al tanto de las protestas que han recibido las Fiestas de San Ginés este año, pero parece que la gente está bastante cansada de tanta parranda y tanto traje regional encima del escenario.

- Estoy totalmente de acuerdo, lo que pasa es que el argumento quizás habría que matizarlo. No es que haya mucho folclore, es que hay poco de los demás. Que un grupo como Los Campesinos mantenga sus tradiciones y vinculen el ámbito festivo a lo que es su trabajo habitual, que es mantener las tradiciones, a mi eso me parece fantástico, lo que no me parece bien es que sólo exista eso. Las autoridades que marcan los criterios para que las cosas se hagan deben entender que una delegación de fiestas tiene que pluralizar la oferta para que todos los vecinos se sientan representados en lo que más les gusta escuchar. Es que yo no aguantaría unas fiestas escuchando sólo grupos folclóricos.

- ¿Cómo ve el panorama cultural en Lanzarote?

- Pues como siempre, me parece un disparate. Yo me crié en esa isla viendo a grupos punteros de un montón de ramas distintas en Los Jameos y sin embargo no había ido a una biblioteca pública. Sigo viendo que eso sigue existiendo. Está el primer museo de arte contemporáneo en el Castillo de San José y sin embargo no hay una política de impulso de los jóvenes creadores de Lanzarote. Había un grupo de teatro llamado "Regartija" hace treinta años y ahora no hay ninguno, pero sin embargo tenemos la Fundación César Manrique. Hay una disparidad entre la cultura de élite y la cultura de base tremenda, lo cual crea una esquizofrenia social manifiesta.

- ¿Esto tiene solución?

- Pues que haya una madurez política en esa isla que nunca ha habido. Que un Cabildo tenga seis o siete presidentes en una legislatura se ha convertido en algo habitual, y eso no puede ser.

- Ahora que ha dicho lo de la biblioteca, usted tiene una relación muy estrecha con la literatura, y con la poesía en especial...

- Bueno, yo es que adoro la poesía, y siempre me ha parecido un lenguaje tremendamente cercano a la música, y siempre he intentado hacer montajes que tengan que ver con el conocimiento de los autores canarios en general por parte de la gente más joven. Yo creo que relacionar las diferentes disciplinas escénicas siempre da buenos resultados, ya eso está más que inventado, pero en Canarias se ha dado poco. Y mezclar imagen, con música, y con danza siempre enriquece un espectáculo.

- Está dando clase en el Conservatorio Superior de Música de Santa Cruz de Tenerife, ¿qué tal las nuevas generaciones?

- Bien, yo estoy dando clase al grado superior, y de momento son cursos muy ávidos de conocimiento de este tipo de música, que está muy alejado de su universo sonoro. Porque ni siquiera se han acercado al jazz, ellos siempre han estudiado música clásica occidental, y rara vez se les ha acercado otro tipo de música. Está siendo una experiencia bonita y a ver si sigue creciendo el interés, que de momento es manifiesto.

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