Agricultores y ganaderos sufren “una persecución continua por parte de Medio Ambiente” según el PP de Haría

Los populares consideran que, "en lugar de apoyar a la gente que está manteniendo la actividad, se les está mirando con lupa como si fueran depredadores del territorio”

7 de junio de 2022 (20:58 CET)
El presidente local del PP en Haría, David  Álvarez Muñoz
El presidente local del PP en Haría, David  Álvarez Muñoz

El Partido Popular de Haría se ha hecho eco del "malestar creciente" que asegura que existe entre los vecinos que aún se dedican a la agricultura o la ganadería en el municipio "debido a la fiscalización que se está haciendo de sus fincas o de sus corrales por parte del área del Medio Ambiente del Cabildo". Según afirma el partido, los propios afectados califican de “persecución” lo que están viviendo, "pues se les está obligando a retirar muchos de los elementos a los que han tenido que recurrir para mantener sus fincas porque, de lo contrario, se exponen a ser sancionados".

Para los populares, está situación resulta "totalmente injusta en cuanto que la administración lleva años haciendo dejación de sus obligaciones respecto al sector primario que diariamente choca con los problemas derivados de la falta de ayudas y de un Plan Insular de Ordenación completamente obsoleto". 

“Hemos llegado a un punto de abandono tal por parte de las instituciones, que en lugar de estar poniéndoles trabas lo mínimo que deberían hacer es agradecerles el esfuerzo que están haciendo la mayoría de estas personas por mantener la actividad y el paisaje de nuestros pueblos”, señala el presidente local, David  Álvarez Muñoz. 

“En lugar de multar porque alguien utilice palés de madera en las fincas, lo que deberían hacer es facilitarles el que puedan hacer los socos de piedra. En lugar de multas, lo que necesitan los agricultores es ayuda y colaboración por parte de las instituciones”, denuncian desde el Partido Popular de Haría, que insiste además en "los muchos problemas con los que se encuentran a la hora de mantener sus fincas, incluyendo la escasez de agua". 

“La sensación de impotencia es muy grande porque no hablamos de grandes productores agrícolas, sino de personas que, en unos casos son mayores y siguen cultivando como buenamente pueden, y en otros, de descendientes que han querido recuperar sus fincas para autoconsumo”, explica David Álvarez.  

“Si hay que cumplir, cumplamos todos, pero no se puede tratar al sector primario como si estuviesen atentando contra el territorio cuando lo que están haciendo es mantenerlo y recuperarlo, y de eso nos beneficiamos todos”, defiende.

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