En la clausura de los cursos de bordado y calado se pudo ver todo tipo de trabajos realizados por 25 mujeres a lo largo de tres meses de aprendizaje. La mayoría de las alumnas nunca habían practicado estas actividades y todas aseguran que "ha servido de mucho". En la exposición de las alumnas se pudieron ver dibujos, colores y puntos que se entrelazan un lugar tan significativo como el Monumento al Campesino, donde se impartieron estos cursos y, donde a partir de ahora, estas mujeres podrán reunirse para crear sus propios calados o bordados.
Lourdes Bernal, consejera de Industria, Comercio y Consumo, repartió los diplomas que acreditan que han recibido las clases y son capaces de cocer de esta forma tradicional. Para estas dos prácticas es necesaria muy buena vista y precisión, además de tener buen gusto para intercalar formas y técnicas.