Los componentes del grupo de teatro Esperanza Spínola de Teguise bajaron de las tablas del escenario para volver a retomar los paseos culturales recorriendo algunos de los rincones con más encanto del Conjunto Histórico de Teguise. La noche del pasado viernes obsequiaron al público con el espectáculo "Callejones de Leyendas".
A las 20.30 horas se inició el recorrido partiendo desde la biblioteca municipal donde el quinteto "Too Brass", formado por cinco músicos integrantes de la banda municipal encabezaban el cortejo interpretando composiciones con tintes canarios. Durante todo el recorrido hicieron las correspondientes paradas para dar paso a cada uno de los actos donde los actores y actrices con gran maestría les recordaban al público las historia de algunos de los monumentos históricos donde se realizaba la parada. Además también añadían importantes pasajes literarios relacionados con reyes y princesas guanches que forman parte de la historia de Lanzarote.
La primera parada su produjo en la ermita del Santísimo Cristo de la Vera Cruz fundada en el siglo XVII. La imagen fue traída desde Portugal por la familia Betancort Ayala. La escultura, de gran devoción histórica en la isla, es de madera policromada de color verdoso, lo que le da un aspecto original y único entre las imágenes religiosas de la época. Además posee una cabellera natural de la que se dice que fue donada por una feligresa en agradecimiento a una petición satisfecha.
La segunda parada se produjo en la plaza de la Mareta. Esta gran obra fue originalmente el depósito de agua de la Gran Aldea, poblado aborigen de los machos lanzatorpedos situados en la falda de la montaña de Guanapay, en el año 1972 se inició el expediente para declara Conjunto Histórico. Este expediente se finalizó en 1976, y así, tras más de 10 años de desaparecida, la Gran Mareta fue declarada Monumento Histórico Artístico.
La tercera de la paradas se produjo frente al Palacio Spínola, edificación construida por D. José Feo Peraza entre 1730 y 1780 sobre una viviendas previamente ocupadas por una señoras conocidas en el pueblo como "las inquisidoras". El 22 de marzo de 1984 el pleno del ayuntamiento de Teguise decide comprar la Casa Palacio, posteriormente se decidió su conversión en Casa-Museo del Timple.
En cada una de la paradas el director teatral y coreógrafo, Daniel Aparicio escenificaba relevantes coreografías muy aplaudidas por el público.