Opinión

Sobre el nuevo liderazgo del PSOE canario 

La democracia es responsabilidad compartida, se sustancia con la solidaridad, la inteligencia, la voluntad, las manos de todos.

Hay líderes para la paz y líderes para la guerra, hay líderes que no están dispuestos a bajarse del coche, quitarse la chaqueta, sentir con la gente y hacer de sus necesidades su causa. Hay otros líderes para los que el ideal socialista es el 'control del Partido' y dedican intensos esfuerzos a tejer un entramado de favores y compromisos para asegurarse las mayorías en las asambleas.

El liderazgo y los equipos de dirección deben armonizar y arder en ganas de trabajar por la misión, nuestra misión, que ya quedó clara en el 39° Congreso Federal.

En Canarias, entre pobres y precarios somos casi todos; hay que buscar mucho en nuestro entorno geopolítico para encontrar una situación parecida. La enorme bolsa de insostenibilidad, pobreza y precariedad nos impide vivir y crecer como merecemos. Somos los más vulnerables y sufrimos más que nadie las crisis capitalistas.

Por tanto, la misión de los socialistas no puede ser otra que paliar y revertir esta situación.

Debemos promover una ley del precariado que ayude con eficacia a nuestra gente a vivir con dignidad y, paralelamente, promover planes de desarrollo sostenible integrales para cada comarca y para todas las islas.

El desarrollo sostenible es el ideal de ecologistas, conservacionistas y progresistas de todo signo; si lo hacemos bien, estas iniciativas pueden ser el aglutinante para construir las mayorías progresistas y socialdemócratas que precisamos en Canarias.

Necesitamos compromiso, capacidad de hacer equipo y trabajar en él, cercanía, ganas... y Patricia Hernández puede hacerlo.

 

Por Manuela Armas Rodríguez (expresidenta del Cabildo de Lanzarote)