Opinión

Sobre el cambio político en Lanzarote, su inicio y contenido

No debemos confundir el proceso de deterioro y destrucción de lo que hay que cambiar, con ningún cambio. No se puede iniciar cambio alguno sin contenido, y esto es lo que nos toca poner sobre la mesa, contenidos para iniciar el ...

No debemos confundir el proceso de deterioro y destrucción de lo que hay que cambiar, con ningún cambio. No se puede iniciar cambio alguno sin contenido, y esto es lo que nos toca poner sobre la mesa, contenidos para iniciar el proceso de cambio político en Lanzarote, que hoy es sin duda una necesidad mayoritaria.

Las medidas y acciones políticas, sociales, sectoriales, etc., que se promuevan para el cambio no pueden ser otras que aquellas que vengan a aportar una solución idónea a las necesidades mayoritarias del presente y del futuro de la isla de Lanzarote.

Aunque cada propuesta debe ser fruto del más amplio debate y consenso, si me lo permiten quisiera apuntar algunas.

Nadie ha expresado en toda Canarias tanto deseo de participar y transparentar el ámbito institucional como los ciudadanos de Lanzarote, pero, sin embargo, los políticos hemos dado la espalda a este deseo que hoy es ya un clamor y una necesidad inaplazable para quién se proponga regenerar y reponer la necesaria credibilidad del ámbito político y su democratización.

Creo que conviene proponer que se cree una comisión, donde estén presentes las instituciones, los partidos políticos y, sobre todo, los ciudadanos, para buscar y consensuar un modelo insular de organización y de gestión de la participación ciudadana.

A mi modo de ver habría que profundizar en la democracia y en la democratización de Lanzarote, es la mejor salida para poner fin a estos asuntos bobos y mezquinos que nos enfrentan, entorpecen y debilitan.

En cuanto a la situación de los medios con los que nos ganamos la vida, la inestabilidad y la incertidumbre parecen ser señales constantes, y nada queda garantizado ni para hoy ni para el futuro.

Esta es, pues, la madre de todas las necesidades mayoritarias, y a este respecto, creo que debemos esmerarnos para crear las condiciones que permitan a las futuras generaciones de Lanzarote y a los más jóvenes de hoy en día obtener los medios de vida (para una óptima calidad de vida) con facilidad y sean capaces de aplicar en su convivencia lo mejor del pensamiento humano, y en su trabajo, lo mejor del conocimiento y la innovación.

Debemos emprender acciones que revaloricen cada espacio, cada ámbito y conviertan a Lanzarote en algo muy especial.