Opinión

¿Por qué quiero ser tu presidente?

Podría perderme en una ristra de respuestas más o menos manidas por el uso que hacemos de ellas los cargos públicos cuando exponemos nuestras motivaciones a la hora de encabezar una candidatura a una u otra institución. Y aunque podría caer en ellas de nuevo, con lo vivido y aprendido en estos años,  la respuesta es bien sencilla: porque Lanzarote necesita y se merece una presidencia del Partido Popular.

No es un “porque sí” sin más, vacío o gratuito. No. Estoy convencido de que una presidencia del Partido Popular sería sin duda una gran oportunidad para nuestra isla. Como gobernantes, los hombres y mujeres del Partido Popular hemos demostrado a la ciudadanía de la isla que somos buenos gestores. Honestos, valientes, rigurosos y eficientes. Valores imprescindibles para afrontar, desde la responsabilidad de la presidencia, los grandes temas pendientes y los nuevos retos de futuro que tenemos como sociedad y como isla.

Durante los últimos 20 años, PSOE y CC han cogobernado en el Cabildo de Lanzarote, alternándose ambos partidos en la presidencia de la institución. Han sido socialistas y nacionalistas, nacionalistas y socialistas, los que han marcado la política insular de las últimas dos décadas y responsables, por tanto, del lastre que supone para el desarrollo económico y social de la isla el tener un instrumento de ordenación completamente obsoleto y trasnochado que no da respuesta a las necesidades actuales y que está resultando un lastre en nuestro presente. A pesar de ello, no sorprende la defensa que algunos hacen de la plena vigencia del Plan del 91 con tal de no reconocer su fracaso y su pésima gestión.

Ambos, nacionalistas y socialistas, reparten en sus mochilas el peso de este fracaso, como también el que supone que, en 2023, Lanzarote sea la única isla que no tiene un centro de atención sociosanitaria de alto requerimiento para nuestros mayores y personas dependientes por su falta de previsión, pero sobre todo, por su falta de acción. Responsables asimismo, de privar a nuestros jóvenes de su derecho a cursar estudios universitarios en su propia isla si así lo desean. De que no tengamos aún un Palacio de Congresos. Infraestructuras estas últimas impulsadas por el Partido Popular cuando ha tenido responsabilidades de gobierno pero que socialistas y nacionalistas han dejado morir para luego reaparecer como los grandes promotores, olvidándose de que son los máximos responsables del déficit de infraestructuras que arrastramos. 

Unos y otros nos han traído hasta aquí, aparcando en cada momento lo que, por cuestiones partidistas, no les ha interesado. Poco hemos podido hacer los consejeros del Partido Popular desde las áreas que hemos gestionado en un Cabildo eminentemente presidencialista. Y aún con todo, no hemos dejado de intentarlo, aún a riesgo de que eso nos costara nuestra permanencia en el gobierno, como precisamente ha ocurrido en este mandato, en el que nuestra buena gestión y protagonismo creciente no gustaba en absoluto.

Ahora es el momento. La respuesta a los retos presentes y futuros pasa por una mayor implicación de todos y cada uno de los ciudadanos y ciudadanas que vivimos en la isla. Si queremos resultados diferentes es el momento de cambiar a los protagonistas de siempre porque, que nadie se lleve a engaño, lo que no han hecho en veinte años no lo van a hacer ahora.

Este 28 de mayo tenemos la oportunidad de que las cosas cambien, de evitar los mismos errores que se llevan cometiendo desde hace más de dos décadas y sólo podremos conseguirlo con un Partido Popular fuerte al frente de la presidencia del Cabildo.

Una vez más, los hombres y mujeres del Partido Popular estamos dispuestos a asumir el reto. Tenemos la experiencia y el empuje necesario para liderar una nueva etapa política alejada del enfrentamiento permanente, de los discursos vacíos y los falsos debates. Hagamos que Lanzarote y La Graciosa sean los verdaderos actores protagonistas de su desarrollo. Entre todos, el cambio es posible. ¡Elige avanzar!