Opinión

Ni una a derechas en el Partido Popular

Por Pedro M. San Ginés Gutiérrez Sin que sirva de precedente, voy a dedicar algunos minutos más de los que merece al principal partido de una desnortada oposición cabildicia que lleva demasiado tiempo sin dar una a derechas y errando sin remedio una y otra ...

Por Pedro M. San Ginés Gutiérrez
Sin que sirva de precedente, voy a dedicar algunos minutos más de los que merece al principal partido de una desnortada oposición cabildicia que lleva demasiado tiempo sin dar una a derechas y errando sin remedio una y otra ...

 

Sin que sirva de precedente, voy a dedicar algunos minutos más de los que merece al principal partido de una desnortada oposición cabildicia que lleva demasiado tiempo sin dar una a derechas y errando sin remedio una y otra vez.

Me cuentan que el PP maneja un sondeo de opinión que, a pesar de haberlo pagado, no les deja muy bien parados -al contrario de lo que desearían para el grupo de Gobierno- y es por eso que de un tiempo a esta parte han tocado a rebato e intensificado sus ataques personales a la cabeza más visible de dicho grupo, es decir la Presidencia. Y no les faltan colaboradores desde muchos frentes en su estrategia, incluido un sector residual y enemigo de mi propio partido, para empezar por barrer la casa y no por donde está el resto de mis adversarios políticos, porque como dijo Churchill: los enemigos están dentro y los adversarios en frente.

Claro que cuando se fuerzan los argumentos porque sí, porque toca y punto, los desatinos se suceden uno detrás de otro y la gente, que no es tonta, lo percibe. Pero de vez en cuando conviene retratarles y a seguir trabajando.

Pues bien, el enésimo, que no último de los patinazos del PP, viene a cuento de su última nota en la que afirma que en otras áreas del Cabildo sí que hay más o menos transparencia, pero el oscurantismo más oscuro de la más profunda de las cuevas de Ali Babá es el que reina en las "áreas que gestiona directamente el presidente". ¿Tremendo, verdad?

Pero mira por dónde, que para ilustrar su demoledora crítica a mí, que no a la gestión de las tres áreas que ponen como ejemplo de mi gestión directa, resulta que sólo lo hago directamente en una de ellas, y es muy fácil de entender el por qué su impotencia les induce a un error tras otro.

El primero de los proyectos gestionados oscura y directamente por mí, según el PP, es "Saborea Lanzarote", gestionado en realidad por el área de Promoción Económica que dirige el independiente en las filas de CC, Francisco Fabelo. Y es que no pueden soportar el éxito rotundo que supone para la isla el que, de manera periódica, miles de ciudadanos se sumen a una iniciativa que cuenta con amplísimo respaldo de productores, restauradores, bodegueros, y por supuesto de gran parte de la sociedad. Se trata de un proyecto que confieso supone una de mis mayores satisfacciones como responsable público, aunque atribuya todo el mérito precisamente al equipo que lidera Paco Fabelo. Seguramente hay aspectos mejorables en su gestión y cuestiones que afinar, pero sus resultados en este proyecto y en las áreas de agricultura y ganadería que también dirige, están siendo incontestables y eso es algo que el PP tampoco puede soportar.

La segunda de las oscuras áreas gestionadas directamente por el presidente, según el PP, son los CACT, adscritos como sabe todo el mundo al área de Turismo que dirige la consejera Carmen Steiner, y administrados por un Ente Público que cuenta además por primera vez con un consejero delegado sin filiación política conocida en la actualidad, como es José Juan Lorenzo.

Pero parece que Astrid Pérez y su portavoz -quienes mantuvieron una ficción de brillante gestión revestida de Plan Estratégico que tenía más de enorme operación de marketing que de otra cosa, como sabe todo el mundo en los CACT y pronto quedará de manifiesto- tampoco han podido superar que se les quitara de en medio en el Gobierno por el bien de Lanzarote, y ahí siguen con su pataleo.

Los CACT son un libro abierto para cualquiera de los miembros del Consejo de Administración en el que el PP tiene al suyo. Ocurre que no dan un palo al agua como no sea para inventar falaces notas de prensa. Y así les va.

Por último, en el único área que depende de mí de las tres señaladas por el PP, parece que tampoco pueden soportar que haya encauzado la solución al enorme problema de la emergencia hídrica insular, y tratan de arrojar toda clase de sombras sobre "supuestos pelotazos", necesariamente pergeñados entre quien les habla y una empresa dirigida precisamente por sus compañeros del Partido Popular en Madrid, empresa que según el PP insular "nos ha engañado y yo debería aclarar ese engaño". Sin comentarios.

En cuanto a la información del contrato que dicen que les ocultamos, invito a cualquiera de los 150.000 ciudadanos de la isla a que -previa cita- accedan a la información que dice el PP que les negamos. A lo mejor entre esos miles de ciudadanos hay algún afiliado o simpatizante del PP y les pueden aclarar un poquito, solo un poquito, las ideas a Astrid Pérez y Ángel Vázquez.

Lo dicho, ya les he dedicado más minutos de los que merecen. Son muchas las responsabilidades que debo atender cada día, y entre ellas no está responder a este PP en el Cabildo que está arrastrando a la más absoluta mediocridad a un partido importante y necesario en la política insular.