Opinión

La Cultura del Agua

En la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo, de  1992, se dio el primer pasa para declarar el 22 de marzo  Día Mundial del Agua.

Lanzarote ha tenido una cultura del agua muy arraigada debido a su histórica escasez. Encontramos muestras arquitectónicas, culturales y sociales en  aljibes, alcogidas, maretas,  bernegales, galerías, casas de dos aguas, caños, gárgolas, cubas, pipas o en profesiones como la de vendedor de agua que tocaba en las puertas de Arrecife vendiendo el preciado líquido.

Estrofas del folklore canario como "Te lavaste con el agua, que te sobró del sancocho, se te pusieron los labios, como libras de bizcocho" reproducen la realidad de las penurias. En épocas de sequía, las vecinas se prestaban el agua para sancochar las papas o venía un barco cisterna, de Las Palmas para abastecer a la sedienta isla conejera, dejando el agua en la aljibe que está en la plaza de la iglesia de San Ginés. 

Consciente de ésta realidad, el ingeniero naval, Manuel Díaz Rijo, natural de Tinajo, crea una potabilizadora de agua de mar para consumo humano y la isla cuenta desde 1965 con la primera desalinizadora de España y  de Europa.

Teniendo en cuenta que 1 de cada 10 personas no tienen acceso al agua son muchos los inventos para obtenerla,  como los captadores de bruma, máquinas que la extraen directamente del aire, la Fresh Water o la Omniprocessor que extrae agua potable de excrementos.

Independientemente de la tecnología, consideramos que no podemos olvidar los consejos que nos han dado nuestros mayores, todos ellos enfocados al  ahorro del insustituible líquido y sobretodo debemos seguir inculcando la cultura del agua a los más pequeños.

 

Por Carmen Morales, Doctora en Sociología