Opinión

En homenaje a Pedro Martín, de Los Gofiones

Por Alberto García-Beltrán Suárez El pasado 22 de junio recibí la noticia en un email. Mi hermano me comunicaba la muerte de Pedro Martín, en Lanzarote. Me entristeció, ya que recientemente habíamos retomado el contacto, me había mandado una grabación de la ...

Por Alberto García-Beltrán Suárez
El pasado 22 de junio recibí la noticia en un email. Mi hermano me comunicaba la muerte de Pedro Martín, en Lanzarote.Me entristeció,ya que recientemente habíamos retomado el contacto, me había mandado una grabación de la ...

El pasado 22 de junio recibí la noticia en un email. Mi hermano me comunicaba la muerte de Pedro Martín, en Lanzarote.Me entristeció,ya que recientemente habíamos retomado el contacto, me había mandado una grabación de la AgrupaciónAjei de cuando él estaba en ella. Nos llamábamos por teléfono un par de veces al año.Escribí esto entonces, pero lo archivé, no me gustaba, hasta ahora.

Ya se cumplieron 40 años del alumbramiento de "Los Gofiones",yen la presentación del grupo, participabaPedro Martín, de Lanzarote,¿Por qué estaba él con Los Gofiones? Pedro Martín se vino a Las Palmas con su familia, porque sus hijos iban a hacer estudios superiores, y en Lanzarote no tenían esa posibilidad. Todas las semanas iba a Lanzarote donde tenía su carpintería, y siempre que sus obligaciones se lo permitían venía a Las Palmas, a los ensayos y actuaciones de Los Gofiones.Él necesitaba estar en contacto con nuestra música, nuestro folklore, y se unió a nosotros, integrándose totalmente.

Recuerdo a Pedro Martín como un hombre honesto,modesto, que hacía poca bulla, le gustaba pasar desapercibido, con él nunca había problemas.Era el más mayor de nosotros,y para todos un pacificador, una persona tranquila y afectuosa.

Como integrante de Los Gofiones, Pedro aportó su experiencia yconocimiento del folclore en Lanzarote, y nos enseñó a cantar la seguidilla de Lanzarote, que quedó grabada en el primer disco del grupo. Además cantaba la folía de una manera particular. Pedro susurraba cantando, no gritaba, incluso en las seguidillas, su voz fina daba muy bien el tono, pero sin gran volumen. Y la Isa conejera era melodía, le salía con gran facilidad. Pedro era un cantador peculiar de sentimiento. Nunca se prodigó, ni compitió para cantar. Creo que aquí, en Las Palmas, nos olvidamos de Pedro como cantador. No sé si en Lanzarote, a donde regresó, participaba en algún grupo.

Hace cinco años vino a Las Palmas, invitado por Los Gofiones, y nos reunimos con motivo del homenaje que se le hizo a Perico Lino. Vino a cantar unas seguidillas de Lanzarote para participar en dicho homenaje. Tenía ya 80 años, y se le veía con muy buen aspecto. Pedro siempre fue un estupendo cantador, lo hacía como en Lanzarote estaba acostumbrado. La seguidilla la cantaba muy bien, fue nuestro maestro, y Los Gofiones aprendimos con él,aunque la tocábamosalgo más lenta que en Lanzarote. Pedro cantó en la Plaza de Santa Ana, en el homenaje a Pedro Lino,y le acompañamos cantando, Víctor Batista, director de LosGofiones, y yo, que muchas veces había cantado con él.

Para que algunos se enteren decosas que fueron importantes enla larga vida deeste grupo, voy a detallar algún recuerdo en los que Pedro Martín participó, y que creo que pocosGofionessabeno recuerdan.

El grupo Los Gofiones fue injustamente criticado por un periodista que era corresponsal del periódico el Día de Tenerife, y que escribía en el Eco de Canarias, en Las Palmas, donde llegó a llamarnos "Copiones",posiblemente por su dependencia económica de El Día, y por ignorancia con respecto al folclore y la música popular. Esto y diferencias con nuestro director hizo que el grupo a los tres años de su presentación se rompiera,pues se crearon muchas tensiones, sinsabores, yno había armonía entre nosotros.

Ante la desilusión y el desinterés que se veía entre los componentes, pasado unos meses que no nos reuníamos ni ensayábamos, recuerdo que llamé a Pedro Martín, y le invité e reunirnos en el Pueblo Canario, con otros miembros a los que llamaría posteriormente. Pero Pedro Martín y Juan Falcón eran dos puntales, por su carácter y su ascendencia en el resto del grupo. También creo recordar estuvieron en esa reunión Roberto Hernández, Perico Lino, Manolín Padilla, creo que Sergio García-Beltrán, y un servidor. La finalidad era continuar con el grupo, pues lo que parecía más difícil se había hecho. Teníamos un grupo de amigos, y habíamos grabado el primer disco, que siempre ha sido celebrado como antológico para el folclore canario.

No teníamos local de ensayo. No teníamos director. Era una situación en la que el grupo podía desaparecer.Necesitaba un fuerteempujón para continuar. Pedro Martin, era la persona que cuando hablaba, todos lo escuchábamos. Por eso era importante que él estuviese en esa reunión y que tomase parte, que se involucrara. Cuando tenía que decir algo esperaba a que todoshubiesen dado su opinión primero, y después , él tomaba la palabra y eludía ir en contra de ninguna opinión, y casi siempre se soltaba con una historia, o algún suceso que él había vivido anteriormente, con el que ilustraba y nos hacía comprenderlo que él pensaba. No dejaba heridos. Hacía gala de un sentido común, "fuera de lo común".

Creo recordarque de allí salimos con el ánimo dispuesto a buscar las solucionesque necesitábamos. Conseguimos local de ensayo en el Real Club Náutico, pues el presidente de recreo era un enamorado de lamúsica popular, del folclore, y en especialde Los Gofiones. Nos facilitó para empezar una habitación, y después la discoteca. Este señor era mi padre, Lorenzo García-Beltrán de Miranda.

Necesitábamos un director que marcase las pautas, nos corrigiera y llevara a buen puerto. No había nadie que se hiciera cargo en el grupo. Propusimosa Pedro Lino, que no quería, pero nos pusimos de acuerdo Juan Falcón, Manolo Padilla, Pedro Martín, Roberto Hernández, y algún otro, y nos reunimos en las oficinas de Juan Falcón, en Los Tarahales, y allí preparábamos los ensayos.

Juan Falcón preparabalas púas con M. Padilla, Perico acompañaba a la guitarra, creo que Roberto tocaba el contrabajo, yo ayudaba en los arreglos y voces. Entre todos los que íbamos aportábamos, y después Perico Lino, en el ensayo, marcaba las entradas y dirigía. El grupo se consolidó, aumentó,y entró gente mejor que los que estábamos. Asíllegamos en el año 1976, a la grabación delsegundo y tercer disco con la firma Columbia.

En todas estas cuestiones siempre tuvimos la presencia y el consejo prudente de Pedro Martín, unido a su buen humor, su sonrisa socarrona,y una vez más su gran sentido común. Algunos lo recordaremos siempre.

Hasta más ver Pedro.