Opinión

El arte de cautivar al pueblo

Somos aquello que comunicamos.

 

Se habla mucho de la importancia de hacer una buena comunicación política, sobre todo desde los candidatos y dirigentes hacia los ciudadanos, pero no nos engañemos, no todos valemos para comunicar. 

Ahora la moda es ver como en todos los medios de comunicación los políticos muestran cierto interés por cambiar la forma de acercarse al votante y eso está bien, aparecen asesores de imagen poniendo y quitando corbatas, se piensa que poniendo un tweet ya todo el mundo se ha enterado de una trifulca que a nadie le importa, consultores que recomiendan que palabras repetir pareciendo robots, o las últimas tendencias como aparecer en algún vídeo haciendo deporte. 

El pueblo está por encima de esas puestas en escena, es mucho más inteligente que todo esto y así no se consiguen mejores resultados en las urnas. ¿Qué hay de cierto y verdadero en la imagen que se quiere transmitir? ¿Realmente están logrando los gobernantes empatizar con lo que quieren los gobernantes o a cambio se tiene que pensar en lo que quiere percibir el pueblo? ¿Cualquier alcalde, concejal, o dirigente público sirve para comunicar? La respuesta es no. 

Transmitir va mucho más allá del simple hecho de decir frases sueltas y en el momento que me pareció conveniente, es una forma natural de compartir mensajes, ideas y también persuadir a través de las emociones. La comunicación es mostrar por encima de todo una forma de vida auténtica como la que tiene la mayoría de un pueblo, una ciudad o una nación.

Los trece mandamientos de la comunicación política. 

Un consultor de comunicación y marketing político puede ayudar en mejorar la imagen y la forma de expresar de un candidato, pero se comunica haciendo y no solo diciendo por lo que aparte del mensaje, hay que poner en valor al COMUNICADOR minimizando sus defectos y sacando a relucir sus características y habilidades aunque eso es harina de otro costal, el ciudadano vota a personas y no a mensajes.

Hay quienes sin saberlo nacen comunicando y lo llevan en los genes, solo con la presencia ante un micro, con un bolígrafo en la mano o sentándose ante un colectivo, comunican. En realidad, hablamos de buscar esa persona carismática que llegue a la gente, a ser posible a su parte irracional, donde prevalezca más el cómo lo diga que realmente el mensaje que se lleve al ciudadano.

Estamos en la era de la comunicación global, la comunicación 360º, la comunicación digital, en definitiva, estamos en tiempos de cautivar con la mirada, expresar con los gestos, con la voz, es hora de asumir que ya no vale solamente pertenecer a la dirección de un partido para ser portavoz, para llegar hasta el elector hace falta tener en cuenta muchos factores o elementos para llevar nuestro mensaje, incluso la oratoria ha cambiado, toca volver a enamorar, si, como lo has leído.

Hace ya tiempo que se hace necesario pensar más en el ciudadano que en el partido, son las organizaciones políticas las que no acaban de entender que hay que convencer al ciudadano antes que convencer a los componentes de unas siglas, por lo tanto, se trata de preguntar primero y poner en conocimiento después. Con todo esto, a la hora de preparar una campaña electoral o durante la etapa de un gobierno en activo, hay que tener muy en cuenta una serie de apartados, la Biblia de la comunicación política:

 

A quién vas a comunicar, tu público objetivo.

Cuenta lo que vas a decir, no lo digas.

Hablar por hablar no basta, da soluciones a los problemas de la gente.

Comunicar es preguntar también, no lo olvides.

Pon en valor aquello que es destacable de tu personalidad, evita aparentar lo que no eres.

Piensa siempre a medio plazo, lo que comuniques hoy quedará ahí.

Las redes sociales han cambiado el paradigma de la comunicación, si, pero no son los únicos canales para llegar al votante, se selectivo con ellas.

Los medios de comunicación tradicionales siguen teniendo mucha relevancia para interactuar con el mercado electoral.

Busca despertar la confianza de la gente hacia tu marca, es la clave para dar o quitar votos.

Relata historias, a la gente le gusta más percibir argumentos o mensajes bajo un hilo conductor.

Comunica verbal y no verbalmente.

Busca el corazón de las personas, la cabeza ya la tienen ocupada.

¿Quieres conseguir más votantes en las próximas elecciones? Escucha a la gente, saca a pasear lo mejor de ti, se tu mismo, con eso basta?

Por Isaac M. Hernández Álvarez, Consultor de Comunicación y Marketing Político