Opinión

Asignatura pendiente: la juventud

Pongámonos en situación: desde algunos meses tengo la responsabilidad de presidir el máximo órgano de representación estudiantil de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, su Consejo de Estudiantes y, a nadie se le escapa que, el mayor porcentaje de estos estudiantes son jóvenes. Pues bien, poco más tarde de la constitución del Consejo de Estudiantes de la ULPGC se anunció la creación del Consejo de la Juventud de Canarias e inmediatamente me puse en contacto con el Director General en ese momento, Teófilo González González, para buscar la fórmula mediante la cual, uno de los mayores colectivos jóvenes de Canarias (sino el que más), los estudiantes de la ULPGC, pudiera participar de forma activa en la constitución y puesta en marcha de este Consejo de la Juventud. Su respuesta, fruto del desconocimiento, fue que nos inscribiéramos como asociación en el Registro de Asociaciones de Canarias.

Y hoy quiero hacer una reflexión que, seguro, más de uno se ha planteado alguna vez. Para muchos, la juventud no es más que el periodo comprendido entre la infancia y la madurez, sin más. Já, como si los jóvenes no pudiéramos ser personas maduras, comprometidas y conscientes de que tenemos una responsabilidad social. Para muchos otros, algunos políticos, la juventud es esa 'papa caliente' a la hora de repartirse los cargos en las instituciones. No suele gustar gestionar esta competencia y quizá sea porque no han dado con una clave importante: contar con los jóvenes no es sumar votos, es sumar opiniones, sumar iniciativas y sobre todo, hacer las cosas CON los jóvenes y no PARA los jóvenes.

Como decía, este viernes se constituyó el Consejo de la Juventud de Canarias un órgano que, en teoría, está llamado a ser el órgano que eleve al gobierno de turno las demandas del colectivo joven. Lo lógico hubiera sido poner en marcha este órgano con la mayor representatividad posible para, por cierto, no caer en los errores del pasado. Lo lógico, hubiera sido poner en marcha este órgano CON los jóvenes y no PARA los jóvenes. Y es que, aunque suene repetitivo, hay que dejar esto último bastante claro.

Me hubiera gustado que se hubiera hecho de otra forma, que el encargado de poner en marcha la constitución de este nuevo y reinventado órgano de participación juvenil hubiera sido sensible a la realidad canaria, hubiera pensado que los estudiantes hemos sido, tradicionalmente, el colectivo más reivindicativo de los últimos tiempos y que, por tanto, el Consejo de Estudiantes de la Universidad puede aportar mucho a este órgano. Ahora queda esperar, y ver como mueven ficha las pocas asociaciones y colectivos que forman parte del Consejo de la Juventud en la búsqueda de una representación real de la demanda joven.

Lo decimos aquí, y lo seguiremos diciendo ante las instituciones competentes: los jóvenes no somos futuro, somos presente. Tenemos mucho que decir sobre la política educativa y universitaria pero también sobre todo aquello que nos rodea y espero que, en vista de que no se han hecho las cosas como se debería, pronto podamos tener un órgano realmente legitimado y representativo para alzar la voz de los jóvenes canarios y por fin hacer que las instituciones superen su asignatura pendiente: la juventud. Además, seguiremos exigiendo al Gobierno regional que cumpla los compromisos adquiridos antes de las elecciones y ponga en marcha en Consejo de Estudiantes Universitarios de Canarias. Veremos que pasa.