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Reencuentro de las pioneras del balonmano femenino en Lanzarote

Once de las mujeres que formaron parte del primer equipo de la isla que participó en un Campeonato de España, han querido homenajear a quien fuera su entrenador, Román Cabrera Viera, en su 85 cumpleaños

Reencuentro de las pioneras del balonmano femenino en Lanzarote

Once de las mujeres que fueron pioneras del balonmano femenino en Lanzarote se reencontraron recientemente, después de 50 años, para homenajear a quien fuera su entrenador, Román Cabrera Viera, en su 85 cumpleaños. Una encuentro que sirvió para recordar los "gloriosos" momentos que vivieron en el balonmano insular. 

Una vez que Eduardo Carrasco había logrado popularizar el balonmano entre sus alumnos del Instituto de Arrecife y fidelizarlos por medio de las ligas internas que organizó en los cursos 1969/70 y 1970/71, Nancy Melgarejo, la entonces profesora de educación física de las chicas, que por entonces estudiaban separadas en las nuevas instalaciones (las que hoy albergan al IES Blas Cabrera Felipe), propuso sus alumnas crear también un equipo de balonmano para participar en los entonces juegos de la Sección Femenina. Eso fue en el curso 1970/71.

En aquel primer curso su entrenador fue Manuel Barreiro, marido de Nancy, que aunque su deporte era el baloncesto, como muchos de los oficiales del ejército de entonces, era instructor de educación física. Los entrenamientos los realizaban en la entonces cancha polideportiva de cemento "rapodo" del Avendaño Porrúa, recién construida para que se pudieran impartir las clases de educación física, pues el nuevo instituto carecía de instalaciones deportivas. Allí las veía entrenar Román Cabrera Viera, que desde la puesta en funcionamiento del complejo polideportivo insular fue su encargado. 

 

Román Cabrera, el entrenador 

Al curso siguiente, en 1971/72, las obligaciones del capitán Barreiro no le permitieron continuar con los enfrentamientos y Román Cabrera se ofreció a Nancy Melgarejo para continuar con los entrenamientos de las ya "muy aficionadas e ilusionadas" chicas.

Al igual que ocurría con los chicos, rápidamente el balonmano se popularizó en las jóvenes que estudiaban en el instituto creando en su entorno una competición con cuatro equipos que, en la temporada 1973/74, ya se hizo oficial con los equipos Peñarol, Santa Coloma y Valterra, los tres organizados por Román Cabrera e integrados por alumnas del instituto; y el Generalísimo, integrado por alumnas de aquel colegio donde Guillermo González Raviña había también creado también escuela desde su llegada a la isla en el curso 1972/73.

 

El poderío del Radio Lanzarote

El Peñarol, que era una selección insular, pasó a llamarse en la siguiente temporada Radio Lanzarote iniciando, siempre de la mano de Román Cabrera, una "meteórica y exitosa andanza" en el balonmano femenino de Canarias. Así, en aquella misma temporada 1974/75. el Radio Lanzarote, integrado por Nieves Luz y Tati Fajardo de porteras, Ana Pérez, Ángeles Cabrera, Blanca Blancas, las hermanas Susa y Francis Soto, Emma Rodríguez, Ita Hernández, Gloria Gil, Gloria Perdomo y Carmen Fábregas, se proclamó campeón provincial, eliminando al Rocar de Gran Canaria. Se convirtió así en el primer equipo de Lanzarote de ambos sexos y de cualquier deporte que participaba en un Campeonato de España, que además era de ascenso a la entonces máxima categoría del balonmano femenino español.

Aquella gesta volvió a repetirse dos años después, en la temporada 1976/77, cuando el Radio Lanzarote volvió a ser campeón provincial y acudió de nuevo a la fase de ascenso a primera división, en esta ocasión a Valencia. Para entonces Román Cabrera ya había incorporado al aquipo a dos jóvenes de entonces solo 15 años, que luego fueron referente del balonmano Insular: Margot Cabrera Mesa, la portera del balonmano de Lanzarote, y Agueda Batista, que en aquella fase fue observada por los técnicos nacionales y convocada a la selección española.  En aquel equipo faltó Marianela Hernández Avero, considerada por algunos como la mejor jugadora de aquel momento y de todos los tiempos del balonmano insular, que por circunstancias familiares no siguió jugando. 

Ahora, para recordar aquellos momentos que vivieron en el balonmano insular, once de las mujeres que protagonizaron aquella gesta se han vuelto a reunir para reconocer y homenajear al hombre a quien la zona posible, Román Cabrera Viera. Y lo quisieron hacer en el día en que su admirado entrenador cumplía 85 años.