ES UNA DE LAS VIVIENDAS DE TITERROY PENDIENTES DE DEMOLICIÓN

"No sé por qué quieren tirar mi casa"

El propietario de una de las viviendas incluidas en la renovación urbana de Titerroy asegura que ha reformado su casa y está "casi nueva". Afirma que el concejal de Vivienda le reconoció que con su casa debería hacerse una excepción, pero que "nadie ha movido un dedo"...

18 de mayo de 2015 (13:05 CET)
"No sé por qué quieren tirar mi casa"
"No sé por qué quieren tirar mi casa"

FOTOS: Sergio Betancort

 

El propietario de una de las 20 viviendas incluidas en el plan de Renovación Urbana de Titerroy, que están pendientes de ser derruidas, no comprende que quieran demoler su vivienda. El vecino de este barrio arrecifeño sostiene que su vivienda no debería formar parte de ese lote, ya que está "prácticamente hecha nueva" desde hace diez años. Hace cuatro meses emprendió una cruzada para demostrarlo.

Este vecino, que prefiere mantenerse en el anonimato porque quiere que "se hable del inmueble" al margen de su "rostro", explica que el pasado mes de enero un funcionario del Ayuntamiento de Arrecife le llevó una notificación para reunirse con el concejal de Vivienda, Rafael Juan González. "Llevé documentos, sobre todo vídeos y fotos de la casa. Ellos decían que este derribo iba a ser porque las casas están en ruinas o con techos apuntalados y yo, ante eso, argumenté y llevé los vídeos y las fotos", relata. "Cuando Rafael Juan vio la parte del vídeo, se quedó sorprendido y me dijo que este inmueble debería tener un trato especial", asegura.

Fue entonces cuando este propietario comenzó su periplo para probar que la casa en la que viven él y su familia no está en estado de ruina. Asegura, además, que "ningún técnico" ha comprobado el estado de la vivienda. "Hace dos o tres años mandaron técnicos" al barrio, añade, "y lo que alegan es que no se les dejó entrar". Ante esta situación, afirma que han presentado al Ayuntamiento toda la documentación que les han pedido, pero a pesar de ello "nadie se ha movido" y la demolición continúa estando prevista.

 

"Hemos entregado todo lo que nos han pedido"


Tras el encuentro con el edil, que afirma que fue "la primera noticia" que tuvo del derribo, este residente en Titerroy y su familia han ido aportando documentación. "Todo lo que nos han pedido se lo hemos entregado", subraya, y recalca que "incluso el arquitecto y el aparejador firmaron" que su casa está "en perfecto estado". 

"Al mismo tiempo, le hemos hecho un escrito al abogado para que mande un técnico, independiente del nuestro particular, para que compruebe lo que dice el arquitecto y que ellos averigüen lo que pasa. Nadie se ha movido para comprobar si lo que estoy diciendo es cierto, si lo que dice el arquitecto es cierto. No les interesa. Me han toreado como no se pueden imaginar", lamenta.

Según narra, hace unas semanas tuvo otra reunión con el concejal de Vivienda. Durante ese encuentro, este vecino afirma que el edil le dio "un papel sin sellar, una fotocopia de una fotocopia" y le dijo que el arquitecto encargado le aseguraba que "todo estaba bien" pero necesitaba una última comprobación, la escata de la vivienda. "Le dije: si usted quiere la escata, fírmelo por escrito y yo encantadísimo haré lo posible por responderle, pero nadie se atreve a firmar nada". 

 

Una casa renovada hace diez años


Para el dueño de este inmueble, el "problema fuerte" es que su casa "es nueva, de diez años". Hace diez años la familia reformó la planta baja de la casa al completo para hacer dos apartamentos. En uno de ellos vive ahora el hijo de la familia, mientras que el padre vive en la puerta contigua.

El vecino de Titerroy explica que "todo el dinero" de una casa interior lo invirtió en mejorar la actual. "No la he reformado, está prácticamente hecha entera nueva", argumenta. Por eso no puede comprender que quieran echarla abajo. "Hablaban en principio que esas casas se iban a derribar porque estaban en ruinas o con techos apuntalados, pero curiosamente, de las 20 que van a tirar por aquí, habrá una con techos apuntalados, el resto más o menos están bien. Pero es que la mía está nueva", incide. 

 

De 300 metros cuadrados, a 80


En total, el edificio tiene unos 300 metros cuadrados, entre la planta baja donde se encuentran los dos apartamentos y la superior. "Me quieren derrumbar este edificio y me quieren dar, por los 300 metros que tenemos, un piso de 80 metros que no tiene ni balcón, ni patio, ni nada", se indigna. 

Este propietario teme que si la demolición se lleva a cabo tenga que "pagar un alquiler toda la vida". "El dinero de la otra casa lo he invertido aquí, para que venga ahora el Estado y me eche de mi propia casa y me den 80 metros", lamenta.

La ansiedad de este vecino ante el derribo, que señala que está previsto para el próximo otoño, se hace patente cuando relata su caso. Habla de su "nerviosismo" y de las noches que pasa sin dormir, "dando vueltas en la cama" a causa de esta situación. Sin embargo, a pesar de su indignación, tiene claro que seguirá adelante para que su vivienda no sea derruida e, incluso, ha trasladado su caso al defensor del pueblo. "Quiero luchar con esto, no lo entenderé jamás en mi vida". 

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