EDUCACIÓN DICE QUE TENDRÁN QUE USAR LAS MODULARES DURANTE 2 CURSOS

Los alumnos de La Destila llevan desde Navidad en aulas sin luz y con sólo 2 baños

Los padres califican la situación de "vergonzosa" y "tercermundista". La Consejería de Educación afirma que "no queda otra solución" para los dos cursos que tardarán en construir el centro nuevo?

22 de enero de 2015 (11:12 CET)
Los alumnos de La Destila llevan desde Navidad en aulas sin luz y con sólo 2 baños
Los alumnos de La Destila llevan desde Navidad en aulas sin luz y con sólo 2 baños

Sin luz, sin poder colgar las pizarras en las paredes, sin canchas deportivas y, hasta este miércoles, con sólo dos baños mixtos que profesores y profesoras, alumnos y alumnas debían utilizar por turnos. Éstas son las condiciones en las que, según han denunciado los padres de varios alumnos, se encuentran las aulas modulares habilitadas para los alumnos del CEIP La Destila, después de que el antiguo centro fuese demolido el pasado diciembre.

La última semana antes de las vacaciones de Navidad los alumnos del colegio derruido fueron reubicados en nuevas aulas, unos módulos instalados por la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias. Para sorpresa de muchos padres, en esos barracones prefabricados no había corriente eléctrica. Desde entonces, la situación continúa igual. "La semana pasada hicieron un amago de poner la luz, pero fue un fracaso. Pero yo voy al primer día, ¿quién dijo ‘esto ya está listo’?", se pregunta indignada Malole Martín, madre de una alumna de primaria. 

Éste no es el único problema que denuncian los padres. Aseguran también que hasta este miércoles sólo había dos baños, "para los niños, las niñas y los profesores. Los profesores tienen que estar organizando turnos" para el uso de estos aseos. Este semana, según explica esta madre, "han puesto dos baños más, pero hasta el miércoles no tenían puerta siquiera".

Además, cuenta otro padre, los alumnos "no tienen pizarras, no podían ni colgar las pizarras verdes de toda la vida, porque el material del que están hechas las aulas no lo permite". Otro de los reproches que hace este padre es que "no hay ni un guardia, ni un policía municipal" para regular el tráfico. La zona en la que se ubican estas aulas modulares, en la capitalina avenida Medular, suele aglutinar un tráfico considerable. A este padre de un alumno de cuarto de primaria le preocupa la situación, porque "los niños tienen que cruzar solos la avenida" y muchos "van y vienen andando solos". "No hay ni un policía municipal. ¿Qué estamos esperando, a que pase una desgracia?", lamenta.

 

"Condiciones tercermundistas"


Ante esta serie de carencias, los padres de este niño de primaria se están planteando "cambiarlo de colegio el próximo curso". "Porque esto no va a tener solución y no es justo para los niños. El niño de nadie se merece pasar por estas condiciones tercermundistas", se indigna este padre.

Por su parte, a Malole Martín la situación la exaspera. "Me parece increíble que esto esté pasando", asegura y, por ello, no ha dudado en remover Roma con Santiago y llamar a todas las puertas institucionales para hacer partícipes a las autoridades de las condiciones en las que acuden a la escuela su hija y sus compañeros.

"Es imposible que alguien haya certificado esto. Yo no soy técnico, pero es que salta a la vista, porque no hay espacio, porque no hay baños de niños y niñas. Es que no puedes abrir ni un bar así", defiende Malole. Y así se lo ha expuesto también a las autoridades con las que se ha reunido. Con sosiego, esta madre explica que "un colegio es un conjunto de infraestructuras que tienen que cumplir una serie de normativas, como por ejemplo los metros cuadrados por niño, los aseos por niño, está de sobra que los aseos tienen que estar separados para niños y para niñas, luz, etcétera", dice. Martín considera "evidente" que esto no se cumple en el recinto provisional de La Destila. "El aula estaría homologada al salir de fábrica. No tiene por qué ser un mal colegio por ser modular, pero yo hablo del recinto. Porque si yo cuelgo el aula de una grúa también está homologada, pero de ahí a que sea un colegio…", expone.

Otro aspecto criticado por los padres es cómo afecta esta situación a los contenidos curriculares que deberían impartirse en el colegio. Malole cree que los pequeños "no van a recibir la educación que ofrecen, porque los programas educativos de los que se vanaglorian los colegios no se pueden aplicar aquí. Ahí no puedes poner un aula de ordenadores ni pizarras electrónicas como se supone que dicen que tienen". Del mismo modo opina este otro padre, que cree que "durante el movimiento de un colegio a otro, los niños dieron tonterías de clase" y que "curricularmente esa semana se perdió y el traslado está afectando a la formación que reciben los niños". 

 

Educación afirma que "no ha quedado otra"


Ante las críticas de estos padres por las tremendas carencias del centro educativo, la viceconsejera de Educación del Gobierno de Canarias, Manuela Armas, ha asegurado que "lamenta mucho la situación", porque "de verdad quería que se trasladaran con todas las condiciones". Sin embargo, al preguntarle por qué se trasladó a estos niños a un colegio sin corriente eléctrica, Armas justifica la situación en que "a veces las cosas no dependen de uno solo" y afirma que a la Consejería "le dijeron que la luz se la pondrían sobre la marcha".

"Tenían que haberme dado el boletín de la luz en diciembre, pero se retrasó", explica Armas, que asevera que "el problema se resolverá totalmente la semana que viene". Se refiere tanto a la luz como al problema de los baños que, según la viceconsejera, se solventará cuando lleguen las dos aulas modulares adicionales que la Consejería ha encargado. "Primero hay que hacer la plataforma para ponerlas, la solera. Ya se contrató a la compañía que va a hacerla y ahí irán dos aulas más que  tienen baños", expone Armas.

"Ha sido un poco precipitado, pero no nos ha quedado otra", asegura Armas, que explica que la obra de derribo estaba enmarcada en los presupuestos de 2014, motivo por el que había que demoler obligatoriamente el centro antes del fin de año. La viceconsejera asegura que el arquitecto ya ha terminado el proyecto para el nuevo centro y que en breve comenzará la construcción del colegio. "Calculamos que en marzo comience la obra, como estaba previsto", afirma.

Esta obra tiene un tiempo de ejecución de 15 meses, lo que para padres y alumnos de La Destila se traduce en dos cursos escolares. "No hay otra que aplicar esta solución durante los dos cursos que durará la obra", asegura Armas, que recalca que los alumnos tendrán que "estar en modulares hasta que se construya la obra". 

"Claro que no tiene todo lo que tiene que tener, metros cuadrados, etcétera", admite la viceconsejera de Educación.  Sin embargo, Armas está "convencida de que en cuanto se arreglen estas cosas pendientes que quedan van a tener las condiciones necesarias para estar estos 15 meses que necesitamos".

Los padres, a pesar de ello, no comprenden esta situación. "Es incomprensible poner a unos niños a padecer estas situaciones por circunstancias burocráticas y políticas en las que ellos no tienen arte ni parte", les reprocha uno de ellos.

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