Se marchó de Lanzarote con una isla en pleno esplendor. Había logrado solucionar el problema del agua y con su potabilizadora "aumentó el valor de Lanzarote y cambió el lugar completamente". Pero esos años se acabaron y ahora en su regreso, Manuel Díaz Rijo mira con tristeza la deuda de casi 40 millones de euros que tiene Inalsa, una empresa intervenida por la Justicia. "Es el Consorcio el que debe resolver estos problemas porque es el responsable", exige este ingeniero, al que las pérdidas de la red de distribución, que en algunos puntos se cifra hasta en el 50 por ciento, "no le cuadran".
"Nosotros también tuvimos pérdidas, porque es imposible no tenerlas. Hay que tener en cuenta que la pérdida es la diferencia entre el agua que se produce y lo que se factura. Yo he estado en la planta de Inalsa y he comprobado que se mide bastante bien, pero no se sabe qué pasa con lo que se factura. Los contadores que tenemos instalados en Lanzarote no miden el agua que pasa por ahí. A medida que pasa el tiempo marcan cada vez menos, por lo que habría que cambiar el sistema para medir con más exactitud el agua que pasa", expone.
Y es que Manuel Díaz Rijo asegura que "no se puede creer" que existan estas pérdidas en la red. "La isla estaría inundada. Con 30.000 toneladas de agua al día que produce Inalsa, si saliera esa agua por una tubería en una isla seca, afloraría a la superficie y habría grandes charcos. Es imposible", explica el ingeniero, que no entiende cómo Inalsa ha podido llegar a la situación que atraviesa actualmente.
"Me da la sensación de que ha habido una gestión deficiente, pero quien tiene que poner orden es el Consorcio, porque Inalsa no es más que una empresa que ha creado este primer organismo. Si Inalsa fracasa, hay que corregirlo", pide Díaz Rijo.
