NUNCA OBTUVO LICENCIA DE ACTIVIDAD POR ESTAR EN SUELO RÚSTICO

Cierra una guardería sin licencia en Arrecife: "El Ayuntamiento nos permitió, de palabra, abrir"

Nunca obtuvo licencia de actividad por estar en suelo rústico. El Ayuntamiento ahora les obliga a cerrar y algunos padres han iniciado una campaña de firmas contra la decisión. "Entiendo a la alcaldesa, no hay forma de darle salida legal", admite el dueño?

29 de agosto de 2016 (14:40 CET)
Cierra una guardería sin licencia en Arrecife: El Ayuntamiento nos permitió, de palabra, abrir
Cierra una guardería sin licencia en Arrecife: El Ayuntamiento nos permitió, de palabra, abrir

La guardería ‘La casita de mi abuela’ de Arrecife echará el cierre este miércoles. Este centro ubicado en la zona de Los Diseminados se encuentra sobre suelo rústico, por lo que carece de licencia municipal y ahora el Ayuntamiento ha ordenado su cierre. Padres y madres de algunos de los alumnos han iniciado una campaña de firmas criticando la decisión. Mientras, su dueño, Aurelio Cerdán Almansa, se resigna. "Entiendo a la alcaldesa, no hay forma de darle salida legal", admite, apuntando que, aunque "agradece" la iniciativa, se ha mantenido "al margen" de esa campaña de firmas. Cerdán explica, no obstante, que puso en marcha la guardería porque obtuvo permiso "de palabra" del ex alcalde, ya fallecido, Cándido Reguera. "Antes en Lanzarote las cosas funcionaban así". 

Este padre explica que el centro abrió hace algo más de 6 años, después de que él y su socio invirtieran unos 150.000 euros en el proyecto. Según explica, cuando solicitaron la licencia descubrieron que "era inviable" que se la dieran, "porque en suelo rústico no se podía conceder esa licencia para un negocio". "A todos se nos pasó, a mí el primero, porque la verdad es que no conocía el tema, pero sobre todo al ingeniero y resto de técnicos, no del Ayuntamiento sino privados, se nos escapó el detalle de que la zona es rústica y no se podía…", ha indicado a La Voz. Hasta entonces, habían logrado el visto bueno "totalmente favorable" de Educación y pidieron también la inspección necesaria de Sanidad, pero Cerdán apunta que "todo está vinculado" a la licencia del Ayuntamiento y el proceso se "frenó" en ese punto. "Ahí empezó el calvario".

Cerdán señala que, al denegárseles la licencia, se dirigieron al Ayuntamiento de Arrecife y hablaron "con el alcalde en su día, que era Cándido Reguera". Éste, según asegura, les permitió a pesar de ese impedimento seguir adelante. "Nos permitieron empezar con la esperanza de que en breve cambiara la calificación del suelo, pero todo de palabra. De palabra en todo momento, pero nos dijeron: no se preocupen, trabajen y vamos a ver de qué manera le damos forma a esto". Así, el dueño de este centro subraya que buscaron "alternativas". "Fuimos al Ayuntamiento y esa fue la alternativa que se nos dio: hacedlo de esta manera y vamos a ver qué solución podemos darle. Ha ido pasando el tiempo y hasta aquí hemos llegado". Y es que, tal como señala, "el suelo no cambia" y "no ha sido posible" que la guardería obtenga licencia, de modo que cerrará este miércoles.

 

"No ha sido ningún secreto"


Aurelio Cerdán explica que "hace unos 5 meses" que comenzó a recibir requerimientos del Ayuntamiento. Según relata, todo empezó tras la petición de un padre que solicitaba al Consistorio que colocara badenes en la calle de la guardería para que los vehículos circularan más despacio. A raíz de aquello, el Consistorio comenzó a "enviar cartas", primero indicándoles que "solicitáramos licencia" y luego que "cerráramos". Pero, "anteriormente, nada". 

"Hemos estado trabajando, ellos han sabido que estábamos trabajando y nada. No ha sido ningún secreto", recalca Cerdán, que afirma que en estos años han tenido "clientela de todo tipo", incluyendo "gente del Ayuntamiento". No obstante, el dueño de esta guardería asegura que "entiende" la decisión que ha tomado el Consistorio, aunque también apunta que le "hubiese gustado que le buscaran otro tipo de licencia diferente, no sé, en una zona rural como hay hoteles, granjas y cosas así".

"No busco culpables ni culpo a nadie, el primero yo porque el error fue nuestro por desconocer que en ese suelo no se podía", dice Cerdán, que incide en que ha hablado "personalmente" con la alcaldesa, Eva de Anta, y comprende su decisión. "Me ha explicado ‘Aurelio, sabes que te hemos intentado ayudar, pero es que no hay forma de darle una salida legal’. Yo, como lo he entendido, qué voy a hacer, no me voy a poner a patalear, y se lo he explicado a los padres. Esto no es cuestión de hacer ruido, es cuestión de que si no se puede, no se puede", señala.

Así, Aurelio Cerdán explica que "agradece enormemente" la iniciativa de los padres, que en Change.org ha recopilado 76 firmas, porque "es un reconocimiento a nuestro trabajo de estos años". Alude también a la indignación de los padres porque hay "hoteles" y "casas de políticos" en situaciones parecidas. No obstante, agrega que no se ha "sumado" a la campaña y se ha "mantenido al margen" porque tiene "más que claro que no hay otra". "Ahora llega el momento en que dicen que tenemos que cerrar y yo lógicamente no veo más allá de la realidad. No pretendo ni que me permitan lo que no es legal ni muchísimo menos. Acato la ley, con pena, sí, pero cierro y ya está".

 

Pide "más facilidades" para abrir centros


Según ha explicado a La Voz, ya está buscando otros lugares en los que poder abrir nuevamente una guardería con la misma filosofía. Y es que, según relata el propio Cerdán y también ponía de manifiesto el escrito de la recogida de firmas, los padres están "encantados" con el modelo. "Yo abrí la guardería como padre, con todas las carencias que entendía que necesitábamos, de ahí ese horario tan amplio, esa flexibilidad, esa transparencia de que los padres llegan y entran tranquilamente, cada persona con su código, etcétera, etcétera", explica el dueño de esta guardería, que es padre de 6 hijos. 

Partiendo de esa base, ha comenzado a buscar un local para abrir un nuevo centro, aunque considera que es "prácticamente imposible" lograr las medidas que establece la normativa. "Tiene que haber 3 aulas, una por edad, de 30 metros mínimo, un aula de usos múltiples de 50 metros y patios por un total de 100 metros", señala, a la vez que recalca que considera estos criterios "mucho más importantes" que la calificación del suelo. 

Aurelio Cerdán considera que el modelo que ha venido implantando es el motivo por el que el cierre está teniendo "tanta repercusión" y los padres están "un poco rebelados". "Entendemos que lo que se les ofrece a los niños en cuanto a naturaleza, aire libre, libre de contaminación acústica etcétera, es importantísimo. Tendría que haber más facilidades para que cualquiera que quisiera hacer algo así pudiera hacerlo", defiende. 

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