INTENTA DESLIGARSE DEL RESTAURANTE: "ROSA ME DIJO QUE ERA COSA DE ÉL"

El arquitecto de Stratvs firmó el certificado final de la obra "sin medir" porque le "pareció" que estaba bien

Certificó que lo construido era un almacén-bodega de 900 metros, cuando solo la bodega tiene 2.500. Respecto al restaurante, el propio Rosa reconoció en los Juzgados que lo construyó sin licencia, y el arquitecto intentó desvincularse de esta parte. "Me dijo que era cosa de él"...

28 de enero de 2015 (20:27 CET)
El arquitecto de Stratvs firmó el certificado final de la obra sin medir porque le pareció que estaba bien
El arquitecto de Stratvs firmó el certificado final de la obra sin medir porque le pareció que estaba bien

El arquitecto y director de la obra de la bodega Stratvs, Miguel Ángel Armas Matallana, firmó el certificado final al terminar la construcción "sin medir", porque le "pareció" que el proyecto se ejecutó "como él había dicho". Así lo afirmó en su última declaración en el caso Stratvs, en el que está imputado por un delito contra el territorio y el medio ambiente y también tendrá que responder por dos presuntos delitos de falsedad documental. Y es que el arquitecto, que también era dueño de buena parte del suelo donde Juan Francisco Rosa levantó la bodega, firmó dos certificados oficiales sobre esta construcción que nada tenían que ver con la realidad.

Tanto en el certificado de obra nueva de 2005 como en el de fin de obra de 2008, Armas hizo constar que lo construido era un almacén-bodega de 900 metros cuadrados, cuando lo cierto es que solo la bodega tiene una superficie de más de 2.500 metros cuadrados, según los informes periciales. Y a eso hay que sumar el restaurante y el resto de instalaciones que completan el complejo, que en total tiene más de 12.000 metros cuadrados. Y todo ello, se hizo con una licencia para restaurar una vivienda protegida preexistente (que según la investigación fue derribada para construir una nueva más grande) y para construir un almacén de 900 metros.

"Pensé que los metros eran reales y no comprobé la medición", declaró Armas en los Juzgados. Según él, "parece que hay un par de metros de más", pero niega que sean "muchos", pese a que los informes señalan que lo construido solo en la bodega triplica lo autorizado. "Como hay altura, se hizo una entreplanta", agregó. En cuanto al restaurante y el resto del complejo, que no reflejó en sus certificados de obra, el arquitecto intenta desvincularse, asegurando que él sólo dirigió las obras de la bodega y la vivienda. 

 

"Rosa me dijo que eso era cosa de él"


"En el restaurante yo no participé en nada", aseguró el arquitecto, pese a que esa obra se hizo al mismo tiempo, y se encuentra además en medio del complejo. "Vi que se estaba haciendo otro edificio, pero no era de mi competencia", declaró Miguel Ángel Armas, que además era el dueño de buena parte del suelo donde se levantó Stratvs. Según su declaración, "alguna vez" le preguntó a Juan Francisco Rosa por esa obra, pero le dijo "que eso era cosa de él". "Eso era aparte, en eso no intervine", insistió.

La diferencia es importante, porque el propio Rosa reconoció en los Juzgados que para el restaurante ni siquiera tenía ni había pedido licencia. De hecho, afirmó que "el restaurante no estaba dentro del proyecto" que presentó al solicitar los permisos y admitió que "era consciente" de que lo ejecutó sin licencia. ¿Y sabía que ese suelo está en un espacio natural especialmente protegido? "No", respondió Juan Francisco Rosa, pese a que la bodega está en pleno corazón de La Geria, y pese a que la propia página web de Stratvs destacaba el "valor paisajístico" del lugar donde se levantó y su "condición de espacio natural protegido".

También el arquitecto y director de la obra declaró que "no sabía que el espacio (del que él era propietario) era especialmente protegido". "Pensé que era suelo rústico y nada más", declaró.  En su opinión, "se solicita la licencia y el Ayuntamiento es el que tiene que vigilar si es espacio protegido". Sin embargo, en el caso del restaurante ni siquiera se solicitó esa licencia y, en cuanto al resto,  lo construido no se ajustaba en nada a lo que se autorizó (que por otra parte, según la investigación, ni siquiera debía haberse autorizado).

 

Dos certificados "iguales" pero totalmente distintos


En su declaración, el arquitecto alegó que "no estuvo encima de la obra continuamente" y lo mismo afirmó Juan Francisco Rosa, que declaró que "Miguel Ángel Armas iba poco por la obra". Además, los dos intentaron separar las obras de la bodega de las del restaurante, asegurando que las primeras se terminaron en 2005. Incluso, sostuvieron que el arquitecto firmó ese año el certificado de obra terminada. 

¿Por qué entonces hay un certificado de obra terminada con fecha de 2008, firmado también por Armas Matallana? Según el arquitecto, "fue un lapsus". En ese año le "pidieron que visara el certificado por el Colegio de Arquitectos" y puso la fecha de aquel momento. "Tendría que haber puesto que se terminó en 2005, pero los dos certificados son idénticos, excepto en la fecha", alegó.

Sin embargo, cuando el fiscal le mostró los dos certificados, el arquitecto tuvo que reconocer otras diferencias esenciales. Sobre todo, que en uno pone "escritura de obra nueva" y, en el otro, "escritura de obra terminada". Es decir, que uno es del inicio de la ejecución (habitual para solicitar un crédito, como al parecer hizo Rosa), y otro el que certifica el fin de los trabajos. Y en ambos, lo que se describe nada tiene que ver con lo que se hizo. Además, no se especifica la ubicación exacta en la que se encuentra la construcción, lo que después dio lugar a que en distintos documentos se hiciera constar que Stratvs está en otra finca distinta, donde realmente no hay nada construido.

 

Sin contrato y con lagunas de memoria


En su declaración, el arquitecto dijo no recordar "por qué Juan Francisco Rosa le pidió el nuevo certificado de 2008". Tampoco sabía si el empresario pidió un crédito, ni recordaba cuándo terminaron las obras ni cuándo se inauguró la bodega. Ni siquiera recordaba cuál fue el presupuesto de la obra que él dirigió. Sobre si ese presupuesto varió respecto a lo proyectado inicialmente, Armas también dijo no saberlo, aunque detalló que "muchas veces el presupuesto se pone por debajo del precio" ("No tengo cabeza para recordar si el proyecto fue de 150.000 euros", respondió por su parte Rosa).

Además, el arquitecto ni siquiera recuerda si llegó a firmar un contrato con Juan Francisco Rosa para este trabajo. "Normalmente se hace un contrato, pero en este caso no recuerdo si se hizo", declaró, agregando después que "cree" que "no hubo contrato con Rosa" y que "puede ser que por confianza no se firmara". Lo que sí sostiene es que cobró solo por el proyecto, y no por la dirección de la obra, pese a que según el certificado que firmó y su declaración en los Juzgados, corrió a su cargo. 

En lo que insistió en reiteradas ocasiones, incluso a preguntas de su abogada, es en que su trabajo terminó en 2005, pese a que fue en 2008 cuando se inauguró la bodega junto al resto de instalaciones, y cuando él firmó el certificado de obra terminada.

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