La ‘nueva’ avenida marítima de Arrecife tendrá una plataforma única para la circulación de vehículos con una velocidad máxima de 20 kilómetros por hora. Así lo ha señalado la arquitecta redactora del proyecto, Juana Guadalupe, que ha indicado que habrá "movilidad absoluta y prioritaria para peatón y bicicleta". Para ello, el proyecto contempla ensanchar las aceras, crear pequeñas plazas y permitir que las bicicletas puedan circular con los vehículos gracias a la limitación de la velocidad y la eliminación de barreras arquitectónicas.
En una rueda de prensa convocada por el consejero de Comercio del Cabildo de Lanzarote, Manuel Cabrera, Guadalupe ha desgranado las claves de este proyecto, cuyas obras han generado polémica especialmente entre los comerciantes. El consejero considera que "se está implantando en la sociedad y en los políticos un miedo a hacer obras". "Hay cosas que hay que hacer", ha defendido, tras afirmar que comprende las quejas de los vecinos y que entiende que nadie quiera "molestias".
Sin embargo, Cabrera ha defendido la necesidad de llevar a cabo esas obras, que están en un 50% financiadas por el Cabildo, mientras que un 25% depende del Gobierno de Canarias y el 25% restante proviene de "fondos europeos", ha señalado.
El cierre al tráfico, una cuestión "política"
Uno de los puntos más polémicos de ese proyecto de transformación del litoral de Arrecife ha sido si se cerrará o no al tráfico. En este sentido, la arquitecta ha insistido en que un hipotético cierre es una cuestión de "voluntad política", recalcando que el proyecto sí contempla una "vía de rodadura" para el tránsito de vehículos.
Concretamente, esa vía está pensada para que la circulación se produzca a una velocidad máxima de 20 kilómetros por hora. Será una "plataforma única, común", compuesta de un carril para cada sentido. La arquitecta ha hecho hincapié en que "en ningún caso se ha planteado la peatonalización completa" de la avenida en ese proyecto. Así, lo que dependerá de la "decisión política" es si ese carril es utilizado solo por residentes y vehículos especiales o por cualquier tipo de vehículo.
En cualquier caso, Guadalupe ha indicado que, al estar limitada la velocidad y eliminarse "las barreras arquitectónicas", en esa vía de rodadura para el tráfico "las bicicletas podrán ir por cualquier lado". "Movilidad absoluta y prioritaria para peatón y bicicleta", ha subrayado acerca del proyecto. Esa vía para el tráfico será de asfalto en la ‘nueva’ avenida, pues la arquitecta ha apuntado que el actual adoquinado "no está preparado para ese tráfico". "No se puede incidir en lo que no funciona", ha manifestado.
Según ha apuntado Guadalupe, en caso de que se produjera un cierre al tráfico general, continuaría estando abierto para carga y descarga, residentes o bicicletas. En este sentido, el consejero Manuel Cabrera ha incidido también en que la decisión sería del Ayuntamiento, recordando que el concejal ya se ha pronunciado al respecto. El edil, Samuel Martín, manifestó recientemente que "de momento" la intención del Consistorio es mantenerla abierta al tránsito de vehículos.
En cuanto a los cambios de "movilidad", la arquitecta ha indicado que serán sutiles, por ejemplo, con cambios de dirección en el tráfico de calles aledañas a la avenida o la peatonalización del primer tramo de la calle Esperanza. De otra parte, ha incidido en que se ha "intentado llevar a cabo una actuación completa", puesto que "nunca se había intervenido" en la Avenida. Así, Guadalupe ha apuntado que las "instalaciones" de esa vía están "en un estado muy, muy precario". Por ello, ha indicado, se actuará en el saneamiento, el riego, o el cableado y las telecomunicaciones. La mitad del presupuesto de esta primera fase de las obras "será para cosas que no se ven", ha dicho por su parte el consejero, que considera que se trata de una obra "hecha con bastante cabeza".
Vegetación que viva "muchos años"
En lo referente a la vegetación, Juana Guadalupe ha señalado se ha realizado un "estudio de la vegetación existente". La eliminación de parte de los árboles de la avenida ha sido otro de los aspectos polémicos de las obras. Al respecto, la arquitecta ha afirmado que algunos de ellos podrían estar enfermos, mientras que otros no se habían plantado adecuadamente y carecen de raíces, por lo que no podrán salvarse.
Guadalupe ha aseverado que el "deseo" inicial era mantener las palmeras que se encuentran frente a Correos. Sin embargo, ha detallado que a pesar de que tienen "buen aspecto" se encuentran a la espera de un informe que podría decir "que están enfermas y hay que quitarlas". En el caso los pinos australianos del Casino Club Náutico, "estaban casi mantenidos por el hormigón de los tocones, las raíces eran nulas", ha indicado. "Se mantenían por pura gravedad, el arraigo era mínimo", ha incidido.
De este modo, muchos de esos árboles desaparecerán y, en su lugar, se colocarán otras especies. "Este proceso de transformación lo que va a procurar es que las especies vegetales que se planten sean las adecuadas para un entorno marino y el sustrato y subsuelo que tenemos en esa zona, que puedan vivir muchos años sin riesgo de que enfermen". Toda esa nueva vegetación serán "árboles de porte y no arbustos", ha explicado. Entre las especies que se plantarán, habrá palmeras de haya, jacarandas o laureles indios. "Especies que crecen y dan sombra y colorido", ha explicado la arquitecta.
Aceras más anchas y plazas para los viandantes
El denominador común de todo el proyecto, que se divide en tres fases, será el de facilitar más espacio para peatones, con aceras más anchas y pequeñas plazas. "Yo defiendo que la ciudad es de los peatones", ha manifestado Guadalupe. Así, en las nuevas aceras entre la fachada y cualquier objeto habrá al menos 1,80 metros, ha indicado.
"Van a quedar aceras de 6 u 8 metros, frente a las de 3 y 4 de ahora", ha recalcado Manuel Cabrera. Para lograr esa mayor anchura, se eliminan las plazas de aparcamiento a lo largo de la avenida que, según la arquitecta, "no son tantas".
Además, el proyecto contempla pequeñas plazas públicas a lo largo de la vía. En el caso de la rotonda que se encuentra frente al Casino Club Naútico, Guadalupe ha indicado que no se tocará, pero en lugar de ser una glorieta para el tráfico la vía de rodadura pasará al lado y ese alcorque se convertirá en una pequeña plaza, "con bancos" y manteniendo también el árbol que actualmente está en el centro.
Algo similar se hará frente al inicio de la calle Real, con una pequeña plaza y la peatonalización del primer tramo de la calle Esperanza. Esa zona, según ha señalado la arquitecta, estará presidida por dos laureles de indias. Además, el proyecto prevé también que haya mayor movilidad entre el llamado muelle chico y la calle Real, que la arquitecta considera que actualmente está "absolutamente cercenada". De este modo, al término de la calle Real la vía de asfalto se cambiará por un tramo adoquinado hasta ese muelle.
Acerca del cierre de la avenida al tráfico durante las obras, la arquitecta ha señalado que la "prioridad es siempre que la obra dure lo menos posible". Según ha indicado, se consideró la posibilidad de realizar el cierre en tres fases, algo que al final se descartó porque quedaban "tramos de vía abiertos que no tenían mucho sentido, porque no conducen a ningún sitio". "Por fortuna o por desgracia, la avenida marítima es un elemento continuo con muy pocas transversales", ha apuntado. Acerca de la posibilidad de que en navidades la obra esté ya casi concluida y la vía abierta al tráfico, Juana Guadalupe ha señalado que ese es "el deseo de todos", aunque ha apuntado que el plazo de ejecución es de 6 meses y se desconoce por el momento si su apertura en diciembre será factible.
