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Un tubo volcánico que sirvió de vivienda en La Degollada, puerta de entrada al pasado aborigen de la isla

Patrimonio está realizando la primera excavación en un asentamiento prehispánico de estas características en el sur de Lanzarote

Excavación en una antigua casa honda de La Degollada

La Dirección General de Patrimonio Cultural impulsa una investigación arqueológica en un tubo volcánico dentro de una casa honda en La Degollada, en el municipio de Yaiza, para tratar de localizar suelo de ocupación aborigen. "Se trata de la primera vez que se realiza una excavación en un asentamiento prehispánico de estas características en la parte sur de Lanzarote, por lo que va a servir como comparativa a otras cavidades similares que sí han sido estudiadas en la isla", señalan desde el Gobierno canario.

La cueva del Majo, también conocida como cueva de Doña Juana, es un tubo volcánico que fue reacondicionado como casa honda para poder vivir en el interior y siempre ha estado muy relacionado, dentro del ámbito de La Degollada, con la población indígena. “La anualidad pasada se hizo una intervención en esta cueva y en otra construcción que se pensaba que era aborigen. Este año, debido a los resultados, concentramos los esfuerzos en le interior y exterior del tubo volcánico”, explica Nona Perera, directora general de Patrimonio Cultural.

El proyecto denominado ‘Valle de Fenauso, usos y costumbres territorial de época preeuropea hasta la actualidad’, atiende a una demanda ciudadana puesto que “durante años, la Asociación de Vecinos Los Mahos de La Degollada ha solicitado esta investigación para conocer la historia de su pueblo”, explica Perera.

El director del proyecto, Jesús Cáceres, precisa que la intervención se centra principalmente en la recuperación del entorno exterior a través de una excavación en extensión que permita “localizar muros y entender cómo está condicionada la cueva para poder acceder hacia el interior”. Al mismo tiempo, el equipo de trabajo está también “incidiendo en el interior del tubo volcánico para ver si podemos encontrar un suelo de ocupación aborigen en las zonas de hábitat”.

La cavidad ha estado “cubierta por las cenizas del Timanfaya y demás sedimentos, por lo que pueden estar los suelos bastante íntegros y bien conservados, lo que nos permitirá descubrir una estancia poco transformada con el paso de los años”, adelanta el director del proyecto.

Cabe señalar que el techo no tiene suficiente estabilidad porque ha habido derrumbes que han removido parte del material, así que “por el momento es demasiado peligroso trabajar en el interior” de forma permanente, sostiene Joaquim Ehrenhofer, arqueólogo en esta intervención.

 

Fases preliminares

Con este proyecto se está realizando una investigación histórica integral del Valle de Fenauso, lo que ha supuesto un estudio de las fuentes escritas custodiadas en el Archivo Histórico de Yaiza, así como la revisión de los protocolos notariales del siglo XVIII del Archivo Provincial de Las Palmas Joaquín Blanco.

"La información oral constituye también un recurso fundamental a la hora de abordar este estudio, tanto por cuestiones arqueológicas como por cuestiones culturales y lingüísticas, por eso se han hecho entrevistas orales a personas ligadas al Valle, sobre todo mayores, que han ayudado a localizar el enclave que ahora está siendo excavado", explican desde Patrimonio.

Antes de llevar a cabo la excavación arqueológica en la cueva del Majo, se realizaron prospecciones pormenorizadas de la zona con levantamiento topográfico 3D en las casas hondas y sondeos arqueológicos para comprobar adscripción de los yacimientos, ya que no se encontraba un registro arqueológico en superficie.

Ahora, afirman que el conjunto de datos generados por el trabajo de campo "ha permitido documentar de una manera detallada estructuras patrimoniales, de gran riqueza y singularidad, que todavía se conservan; de tal forma que se amplia el conocimiento sobre la historia de este espacio del pago de La Degollada desde la época aborigen hasta la actualidad".