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Una cooperativa de taxis de Lanzarote: "Si no damos prioridad al usuario, nuestra fábrica se hunde"

El presidente de la Cooperativa San Marcial de Arrecife, Manuel Guillén, destaca que "se debe priorizar el derecho de los usuarios y ponerles por delante"

Parada de taxis en la avenida de Arrecife

Las continuas quejas sobre el servicio de taxis en Lanzarote siguen creando polémica tras la falta de taxis durante el pasado fin de semana en la capital lanzaroteña. El presidente de la Cooperativa San Marcial de Arrecife, Manuel Guillén, ha reconocido durante una entrevista este martes en Radio Lanzarote - Onda Cero, la necesidad de mejora y actuación en lo referente al servicio y su punto de vista con respecto a la posible entrada de Uber y Cabify en la isla. 

Desde su punto de vista, aclara que le gustaría poder ofrecer un buen servicio. “Que más quisiéramos nosotros poder aumentar el servicio y que el usuario estuviera satisfecho”, explica. Algo para lo que según el presidente de la cooperativa, no tienen alcance. “No está en nuestra mano solucionarlo, pero sabemos que la problemática es para el usuario”, añade.

El taxista refiere que ponerle solución a los problemas con el servicio supone una tarea complicada para ellos. “No tenemos ni las herramientas necesarias ni capacidad legal para solventarlos", señala. 

Paradas nueve de las licencias en Arrecife

De las 436 licencias que hay en todo Lanzarote, explica que algunas de ellas están paradas desde hace años en el Ayuntamiento de Arrecife. Entre ellas, "hay nueve licencias paradas en los garajes" de la capital, asegura Guillén. Además, hay otras "quince licencias que no están todos los días funcionando", refleja. En esta línea, el conductor destaca que al mismo tiempo deberían estar operando, al menos, tres taxistas y solamente hay dos. 

Guillén aclara que una de las licencias no se puso en funcionamiento por falta de presupuesto y puntualiza que "la compra de un vehículo para personas con movilidad reducida no se hizo por razones económicas". Al igual que se hace en otros ayuntamientos, desde la cooperativa reclaman que el Consistorio comience a poner en marcha los trámites para dar salida a esas licencias. "Se deben iniciar los expedientes necesarios para el rescate de las licencias y salida de las nuevas convocatorias", añade el presidente. 

Las peticiones de los conductores son claras. Los casi 40 taxistas demandan ofrecer un "servicio óptimo de 24 horas", puntualiza Guillén. “Necesitamos mantener nuestras herramientas activadas, para tener la posibilidad de estar siempre en la calle”, añade con determinación. 

El examen para incluir nuevos conductores tiene prevista su celebración en la capital. Recuerda a los oyentes que "hay una convocatoria para 28 conductores", y su importancia para los demás trabajadores. “Necesitamos conductores para mover nuestro negocio y una flota trabajando al 100%”, recalca. 

Respecto a la propuesta de Oswaldo Betancort sobre la implantación de Uber o Cabify en Lanzarote, Guillén es claro. "Cada uno es libre de elegir la plataforma que quiera", defendiendo el servicio que pueden ofrecer las empresas. "No tenemos por desgracia Uber o Cabify", recalca. Aunque ya existen coches particulares y micros que ofrecen servicios similares en la isla, el presidente está convencido de que los vehículos privados no tardarán en llegar, al igual que ya existe en Baleares. Está clarísimo que van a entrar, moverán cielo y tierra para implartarlo", añade.

Manuel Guillén aclara que si la manera de gestionar el transporte público en la isla diera un giro y se llegaran a acuerdos, no haría falta un servicio privado. "Si hiciéramos las cosas bien ninguna empresa movería un dedo para desarrollar un transporte privado en Lanzarote", refleja. "Hay que ver un poco más allá, todo es un negocio. Seguramente les irá bien,ya que, no tienen que adaptarse a ningún ámbito municipal", relata.  

"Si hiciéramos las cosas bien ninguna empresa movería un dedo para desarrollar un transporte privado en Lanzarote"

Además, se pone de parte de los usuarios respecto al servicio de transporte que se ofrece en la isla. "La finalidad es llegar al sitio deseado, por ello, tenemos que priorizar sus derechos", reconoce. Guillén reafirma que los responsables de la situación también han sido los taxistas. "Que pasemos delante y no podamos llevarlos es culpa del taxista, que no quiere llegar a un entendimiento". 

Reconoce que la solución sería ampliar la perspectiva y desde el sector del taxi, no ponerse tanto por delante. "Hay que ver un poco más allá, no solamente pensar en nosotros mismos". Destaca que los clientes son el principal motor del servicio.

Reconoce que los usuarios tienen la necesidad de que las tarifas se compensen en toda la isla. "Tenemos siete municipios y ocho tarifas diferentes", relata. La solución que propone es "realizar una bonificación de los precios", con el principal objetivo de "no cobrar un precio unas veces, y otro otras".

También apunta que otro de los motivos para que se haya generado el problema ha sido la actitud de los taxistas. "Hemos generado nosotros la problemática al no priorizar a nuestra profesión". Concluye reconociendo que ha sido un cúmulo de circunstancias las que han originado el conflicto. “Son una serie de acontecimientos malos que van en contra del usuario”.