Gente

Un grupo de mujeres conejeras convierte la ropa 'vintage' en una oportunidad para la solidaridad

Garcias es una de las cinco mujeres emprendedoras que venden ropa y complementos en la isla para impulsar la "sostenibilidad" y "solidaridad"

Eider Pascual

Periodista

Las cinco mujeres que participan en la venta de ropa de segunda mano

Dácil Garcias, Rosa Delgado, Yolanda Verona, Ely Gumart y Brigada Bonilla. Cinco mujeres de Lanzarote con vidas y profesiones diferentes, pero unidas por una misma causa: vender ropa de segunda mano para ayudar a diferentes asociaciones e, incluso, a personas al otro lado del mundo con su proyecto 'The Secret Market'.

Comenzaron hace tres años con las ganas e inquietud de "hacer algo nuevo" para la isla, tenían la necesidad de comenzar con "algo distinto a lo que ya se estaba haciendo", recalca una de las emprendedoras Dácil Garcias a La Voz. 

"Estos puestos en los mercadillos son algo innovador en Lanzarote", reconoce. Una forma de venta que se diferencia con los comercios de toda la vida en la que comenzaron de casualidad. "Ha surgido de forma espontánea, entre nosotras no nos conocíamos personalmente ninguna", asegura Garcias.

De Lanzarote hasta India

La solidaridad y sostenibilidad es el compromiso que estas mujeres ofrecen a la sociedad. Todos los beneficios que sacan de los diferentes eventos como los puestos que montan en mercadillos, dentro de hoteles, locales, etc. van destinados a diferentes ONGs y asociaciones solidarias que actúan en Lanzarote.

En el caso particular de Dácil Garcias, debido a su relación con India y su procedencia familiar, se dedica a enviar dinero al país con la recaudación de la venta de sus productos.

"Una asociación de mujeres de allí necesitaba justificar que podían exportar sus trabajos, para poder acogerse a un microcrédito del Gobierno de la India", razón por la que se animó a ayudar en esa iniciativa. Para ello importa turbantes, que vienen directos de India y que luego vende en Lanzarote. "Yo les mando los diseños en dibujos, adaptando la ropa al gusto occidental y después la recibo directamente de allí", desvela la mujer. 

"Es gratificante mandar dinero a la India y ver que las mujeres pueden avanzar con ello en su vida personal y profesional", confiesa Garcias.

 "Una mujer le compró un ordenador a su hija para que pudiera seguir estudiando gracias a la aportación"

Esto ha cambiado el destino de una familia. Sin ese dinero, la niña "no hubiese llegado a estudiar", más bien le hubiese tocado "ponerse a trabajar", o tener una vida completamente distinta ya "casada". Un dinero más que necesario que conforma una gran ayuda para ver a las mujeres "avanzar en su vida personal y profesional", recoge. 

Una de las niñas con uno de los diseños en la ciudad de Bombay

La unión entre mujeres como lema 

Lo que más destaca del proyecto es la unión que tienen las cinco mujeres en el ámbito profesional. Sus inicios fueron  "poco a poco con reuniones", revela "y hasta ahora". Lo más admirable del proyecto es la buena relación que existe entre ellas, para las que "no hay ningún tipo de rivalidad" entre sus compañeras.  "No tenemos competencia", prefieren utilizar las habilidades que tienen todas para "complementamos entre nosotras", confiesa Garcias.

La ayuda entre las cinco es el principal punto para que la iniciativa funcione. "Cada una nos movemos en un ambiente distinto pero nos vamos informando entre nosotras", asegura. Cada una con nuestro hueco pero tenemos claro que, "nos entendemos mejor", añade.

La ropa vintage como novedad

La novedad que han traído a la isla estás cinco mujeres ha sido la ropa Vintage, una forma de venta en textil que no destaca mucho por su actividad en Lanzarote. "Hemos incluido ropa vintage en nuestros puestos, y también hemos apostado por la artesanía pero de producción manual y propia", explica Garcias. Aunque poco a poco, se va a integrando en la sociedad lanzaroteña. "La isla va adaptándose a la ropa de segunda mano, la gente lo empieza a ver como una opción para diferenciarse de los demás y la adecuarla a su estilo", ha recalcado.

"La isla va adaptándose a la ropa de segunda mano, la gente lo empieza a ver como una opción para diferenciarse de los demás y la adaptan a su estilo"

Sus productos también están marcados por diseños personalizados. "Hacemos ropa y accesorios a gusto de los clientes", asegura. En cuanto a sus ventas, que llegan a ser alrededor de "300 o 400 euros", como lo que han recaudado en el pasado mes de septiembre, dan salida sobre todo a los accesorios. "Las gafas de sol se venden muy bien, al igual que los bolsos", revela la mujer.

Diseños de pulseras enfocados en la India

Su objetivo también es impulsar la economía de Lanzarote, por ello, "la mayoría de los productos y los tejidos los compramos en Canarias", apunta. Además de impulsar la sostenibilidad con "productos reciclados", también apuesta por los que sean asequibles a todos los bolsillos.

"Vendo cosas que van desde los cinco hasta los sesenta euros, para poder llegar a todo el mundo"

La ropa masculina y Unisex, opciones tanto para hombres como para mujeres, por la que aún no han apostado pero no descartan hacerlo. "No tenemos ropa masculina pero no estaría mal incluirla", afirma. 

En cuanto a los proyectos próximos, "estamos pensado en hacer algo especial para la primera quincena de noviembre", un encuentro en el que "invitar a otras mujeres a participar", adelanta. Además, confiesa uno de sus deseos a futuro con ayuda de "las instituciones" es "organizar una feria textil": "Me gustaría que se pudiera hacer una feria textil como la de artesanía", desvela.