Gente

El administrador del crematorio de animales Hela: "No he hablado con el Ayuntamiento desde diciembre"

El único crematorio de la isla, localizado en Arrecife, lleva cinco meses precintado

Declaración responsable del inicio de actividad del crematorio de animales Hela, localizado en Arrecife

Lanzarote sigue sin crematorio de animales cinco meses después del cierre del único que había en la isla. El pasado 21 de junio, el expediente sancionador iniciado por el Ayuntamiento de Arrecife contra la sociedad Reguimir concluyó que la empresa había comenzado a trabajar sin tener el correspondiente título habilitante y ordenó suspender temporalmente su actividad.

Esta decisión fue ratificada el 30 de septiembre de 2022 en un pleno que llevó a decretar el "precinto de la actividad" el 28 de octubre de ese mismo año. Sin embargo, el administrador del crematorio de mascotas Hela Juan Reguilón pone en duda la versión oficial. "Llegas a pensar que esto es una partida de ajedrez y tú eres el peón", señala en declaraciones a esta redacción.

Los motivos expuestos en la propuesta de resolución del expediente sancionador insisten en que el empresario no entregó el proyecto técnico que fue requerido por el Ayuntamiento de Arrecife en dos ocasiones. La primera en abril de 2020 y la segunda en noviembre de 2021.

"No cerramos voluntariamente. Cumplimos el decreto de cierre pensando que iban a ir desde la buena fe", señala el administrador del crematorio. 

El dueño del local y administrador de la empresa presentó un recurso potestativo contra el acuerdo del pleno que decidió clausurar la actividad y que trajo consigo la pérdida de todos sus ingresos. Reguimir insistía en que la Viceconsejería de Medioambiente propuso a la empresa para que le fuera otorgada la autorización de actividad. Este recurso fue desestimado por el Ayuntamiento de Arrecife. “No ha presentado toda la documentación”, repetía entonces el Consistorio.

En la actualidad el caso continúa judicializado y la mercantil estudia tomar más medidas. "No he hablado con el Ayuntamiento desde diciembre", afirma Juan Reguilón. Reguilón acudió al Juzgado de lo Contencioso-Administrativo tras agotar la vía administrativa. El caso está afectado por la huelga de magistrados.

"Queda claro que alguien no está leyendo la documentación, porque todo lo que piden se ha presentado", insiste Juan Reguilón en declaraciones a este medio. El administrador viene acompañado de decenas de folios de información.

¿Actividad inocua o clasificada?

La historia entre la empresa especializada en cremación de animales y el Ayuntamiento de Arrecife fue agravándose con el tiempo. En 2017, la mercantil presentó ante el Ayuntamiento de Arrecife la comunicación previa y la declaración responsable para iniciar la actividad en el crematorio de animales Hela. En este documento, aconsejado por un especialista, Juan Reguilón estimó que, por las características de su crematorio, debía tramitar el alta como actividad inocua y no como clasificada. Para avalar su decisión entregó varios informes, entre ellos el de compatibilidad de la finca con el uso como crematorio o el certificado técnico.

A grandes rasgos, una actividad inocua engloba a aquellas que no ocasionan molestias, alteran condiciones de salubridad, causan daños al medioambiente o producen riesgos para otras personas. Al incumplir algunos de estos puntos, debería registrarse como actividad clasificada

La Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (COTMAC) había aprobado el proyecto de la evaluación ambiental del crematorio Hela. "Desde 2017 cada organismo fue avanzando a su ritmo, yo fui tramitando todo lo que se me pedía, pero el Ayuntamiento de Arrecife se quedó atrás", comienza el empresario.

Los trámites avanzaron y en febrero de 2019, desde la Consejería de Sostenibilidad se solicitó al Ayuntamiento de Arrecife un informe sobre el impacto ambiental del crematorio en la calle Agustín de la Hoz. En marzo contestó el Ayuntamiento remitiendo la documentación.

Juan Reguilón asegura que en esos dos años nadie del Consistorio se había puesto en contacto con él. En un primer escrito emitido por el Ayuntamiento, a fecha de 23 de abril de 2020, se le solicitó al propietario de Reguimir que indicara si la capacidad para el tratamiento de residuos animales superaba la tonelada diaria. Ese mismo documento afirmaba que en ese caso "debía tramitar la actividad como clasificada". 

Desde entonces el Ayuntamiento y el empresario se intercambiaron requerimientos y documentación. En un nuevo documento de octubre de 2021, el Consistorio requirió a Reguimir que subsanara algunas deficiencias. Además solicitó que cambiase el tipo de actividad y pasara de inocua a clasificada. Un año antes el empresario había justificado en un escrito de subsanación por qué no se registró como actividad clasificada, pero el organismo municipal insistió en que "no reunía las condiciones técnicas". 

En la motivación para solicitar este cambio, el Consistorio se apoya en "las continuas denuncias vecinales por molestias de humos y malos olores", así como en que la incineración de residuos están recogidas dentro de las actividades clasificadas. A fecha de noviembre de 2021 había solo dos denuncias, ambas por olores ocasionados durante la actividad. "Dos denuncias en dos años no son continuas denuncias", defiende Juan Reguilón, sorprendido por la decisión del C

onsistorio. "El local está en una zona industrial y cumple con todos los requisitos de humos, de prevención de incendios, el horno crematorio está aislado", detalla.

Expediente sancionador

El Ayuntamiento de Arrecife inició un expediente sancionador contra la empresa el día 6 de abril de 2022. Solo 24 horas después de la visita de un agente de la Policía Local al establecimiento. "Se realiza la actividad sin el preceptivo título preceptivo", señaló el informe firmado por el subcomisario jefe del Cuerpo. Al mismo tiempo, afirmó que el administrador de la empresa le hizo entrega del documento de comunicación previa de inicio de la actividad, registrada en 2017. 

Inicio del expediente sancionador firmado por la alcaldesa, Astrid Pérez (Partido Popular)

El informe de intervención policial recogía que el empresario no contaba con licencia de apertura

A raíz del inicio del expediente sancionador, la empresa Reguimir SL presentó alegaciones ante la Concejalía de Actividades, dirigida por Echedey Eugenio (Coalición Canaria). Entre los argumentos de la mercantil se recoge que es el órgano competente el que otorga a una empresa o no el título habilitante, por lo que si  no da respuesta en un plazo de dos meses se entiende aprobada por silencio administrativo.

El administrador de Hela sostiene que en el momento que presentó la declaración responsable y la comunicación previa de inicio de actividad "transcurrieron años" sin que el Consistorio tomara medidas. Además, mantiene que siempre se entregó toda la documentación exigida.

El Consistorio desoyó las alegaciones y continuó con el expediente. En este punto decidió tipificar la infracción como “muy grave” porque presuntamente la empresa no contaba con el preceptivo título habilitante y se exigió al empresario el cese de la actividad "de manera inmediata". Esta resolución fue firmada electrónicamente por el concejal Román Maciot (grupo nacionalista). La infracción puede tener una sanción que oscila entre los15.000 y 30.000 euros.

Actividad clasificada

En mitad del proceso sancionador, la sociedad Reguimir emitió una segunda declaración responsable. De modo que registraba la actividad de Hela como clasificada y no como permanecía hasta el momento en la categoría de inocua. Esta declaración fue también firmada por el concejal Echedey Eugenio.

"La ley dice que se puede abrir un nuevo expediente para subsanar los errores de otro", justifica Juan Reguilón el porqué registró como actividad clasificada el crematorio, aunque ya lo había dado de alta como actividad inocua.

A los tribunales

Tras agotar la vía administrativa, la empresa presentó un recurso contencioso administrativo contra la decisión del Ayuntamiento. Después de la última alegación presentada en noviembre, Juan Reguilón cree que desde el Consistorio "apuraron los plazos para que el paso a lo contencioso administrativo se retratase lo mayor posible".

El segundo expediente continúa sin resolverse aún. "No hemos recibido respuesta después de la última documentación enviada en el verano del 2022", expone. Al mismo tiempo, junto a sus representantes legales estudian nuevas medidas contra el Ayuntamiento.

"Actividades que le decretaron el cierre el mismo día que a mí, ya están abiertos", reflexiona.