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La presentación del libro sobre Francisco Cabrera Matallana llena de público la Casa de la Cultura de Arrecife

Su hijo y autor de la publicación, Daniel Cabrera, contó con el periodista Mario Alberto Perdomo para presentar el acto y con el prologuista Sergio Millares Cantero

La presentación del libro sobre Francisco Cabrera Matallana llena de público la Casa de la Cultura de Arrecife
Fotos: Sergio Betancort

 

El aforo de la Casa de la Cultura Agustín de la Hoz no pudo dar cabida al numeroso público que se dio cita en la tarde este martes en la presentación del libro que Daniel Cabrera Panasco ha dedicado a la memoria de su padre, titulado "Francisco Cabrera Matallana (1935-1943). 85 años después". 

Para la presentación, Daniel Cabrera contó con el periodista Mario Alberto Perdomo como presentador del acto y encargado de llevar a cabo un dialogo con el autor, que fue contando algunas pinceladas del contenido del libro. Daniel Cabrera también compartió mesa con el prologuista, Sergio Millares Cantero.

El libro, que consta de 151 páginas, recoge parte del periplo llevado a cabo en la Península, en los años 1935-1943, por Francisco Cabrera Matallana. Un hombre que al terminar Bachiller viajó a la capital de España para preparar las oposiciones a Aduanas y que se vio atrapado por el estallido de la Guerra Civil, a 2.000 kilómetros de su isla natal y de su familia. 

 

Recluido en un campo de prisioneros


En un principio, Francisco Cabrera Matallana eludió como pudo participar en el conflicto y fue declarado prófugo por los sublevados, pero finalmente fue movilizado por el bando republicano, hasta su reclusión en el campo de prisioneros de Barbastro (Huesca), casi al final de la contienda. 

Al cumplirse veinte años del fallecimiento de Francisco Cabrera Matallana, su hijo Daniel ha decidido recuperar la historia de aquel período de su vida, que prácticamente omitió a sus hijos. Esta pequeña aventura de investigación, el recate de aquellos años de la vida, ha dado como fruto este libro, que ha movido a Daniel, con el fin de evitar que el terrible episodio vivido por su padre caiga en el olvido y también de rendir tributo por haber cumplido con su deber cívico de defender el orden constitucional y legal que estaba vigente entonces, aun poniendo en riesgo su vida. 

El autor agradeció muy emocionado la asistencia al acto, que finalizó con la tradicional firma de libros.